Desde que obtuvo el segundo lugar en Masterchef a Ignacio Román le ha cambiado la vida, tanto, que ya no puede trabajar como recolector de basura sin recurrir a un particular disfraz para no demorar al camión.

Si bien la fama le ha servido para cambiar algunos muebles de su casa, como el mismo lo señaló a LUN, más de algún problema le ha traído a su trabajo. Es más, debido a la popularidad alcanzada tuvo que comprarse una peluca para poder ir trabajar sin ser reconocido.

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Pese a esta insólita técnica, “Nacho” no quiere cambiar, por lo menos, no las cosas importantes, y a pesar que recientemente fue contratado como rostro para la cadena de supermercados Unimarc, el popular cocinero no se da por aludido. “Yo no soy famoso, soy muy bajo perfil, trato de ir calladito por las piedras”, le confesó al medio.

Además, aseguró que si bien “mejoró el tema monetario” el resto de las cosas siguen igual. “No uso celular porque me carga, vivo en la misma casa y mantengo los mismos amigos de siempre”.

Si bien ahora tiene varios trabajos más, como el segmento que realiza los martes en Bienvenidos, Ignacio aseguró que “es una magia trabajar en la basura, compartir con los chicos y no tener a ningún jefe pulposo que me moleste”.

En la entrevista también aprovechó de contar que el 23 de mayo se casará por el civil, y y el 14 de octubre será el matrimonio religioso.