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La defensa de Martín de los Santos presentó una querella por lesiones graves y amenazas en medio del proceso judicial por agresión al conserje Guillermo Oyarzún, de 70 años, en Vitacura. De los Santos habría sufrido dos golpizas en 24 horas, una antes de la agresión al adulto mayor y otra al día siguiente. La defensa alega que De los Santos pudo haber sido víctima de sumisión química en un club nocturno, lo que habría manipulado su conducta. Después del ataque, el joven salió con signos de confusión y desorientación, y se encontró con el conserje donde ocurrió el altercado. Oyarzún sufrió daños permanentes en los nervios faciales.
La defensa de Martín de los Santos presentó una querella por los delitos de lesiones graves y amenazas simples, en medio del proceso judicial que enfrenta por la agresión al conserje Guillermo Oyarzún, de 70 años, en Vitacura.
Recordemos que el hecho ocurrió el pasado sábado 17 de mayo y dejó al trabajador con secuelas severas: perdió la visión de un ojo y el sentido del olfato, tras recibir el ataque del joven en plena vía pública.
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Según el escrito judicial, De los Santos habría sufrido dos golpizas en un lapso de 24 horas. Una ocurrió antes de la agresión al adulto mayor, y la otra al día siguiente, tras salir del Centro de Justicia.
La defensa aseguró que todo comenzó en el club nocturno Palomino, donde el joven habría presentado una alteración de sus sentidos. Sostuvieron que estos síntomas coinciden con la posible administración no consentida de drogas.
También relataron que esa noche gastó una cantidad de dinero que califican como desproporcionada. Por eso, sospechan que fue víctima de sumisión química, con la intención de manipular su conducta.
Cuando notó lo que ocurría, Martín de los Santos se habría negado a seguir consumiendo en el local. En ese momento, guardias del recinto supuestamente lo golpearon con violencia, poniendo en riesgo su vida.
Después del ataque, el joven salió del lugar con signos de confusión, problemas de equilibrio y desorientación total. Su defensa afirmó que todo esto concuerda con los efectos de una sustancia administrada sin su consentimiento.
Ya en la calle, De los Santos pidió ayuda a gritos, pero nadie respondió. Ni transeúntes ni personal de seguridad acudieron a socorrerlo, por lo que siguió caminando sin rumbo fijo.
Así llegó hasta la calle Eduardo Marquina, en Vitacura, donde se encontró con el conserje Guillermo Oyarzún. En medio de esa situación, ocurrió el altercado por el que hoy enfrenta una formalización.
El trabajador fue internado en la Mutual de Seguridad durante 15 días. Los exámenes médicos confirmaron daño en los nervios faciales, lo que le provocó secuelas permanentes.
