Sin duda uno de los casos policiales que marcaron el 2018, fue el de Emmelyn Canales, niña de 11 años que desapareció el 2 de febrero en Licantén, Provincia de Curicó, Región del Maule.

El hecho ocurrió cuando José Navarro de 31 años, quien decía ser “un brujo”, llevó a Luis Vidal y a su nieta a un cerro ubicado en la localidad de Quelmén, asegurándoles que encontrarían un tesoro enterrado.

Una vez que llegaron al lugar específico, Navarro habría golpeado al hombre y escapado con la menor. Tras 8 días de incertidumbre, y gracias a un gran despliegue policial de búsqueda, finalmente encontraron a Emmelyn, en la casa de la hermana de José.

En aquella ocasión, se determinó que la niña estaba en buen estado de salud y sin indicios de abuso sexual, como se especuló en un principio.

Días después, el sujeto fue formalizado por los cargos de sustracción de menores y lesiones graves, por lo que quedó en prisión preventiva en el centro penitenciario de Rancagua, y se fijó un plazo de tres meses para el desarrollo de la investigación. Sin embargo, el destino de Navarro cambió drásticamente con la aparición de un nuevo antecedente.

Agencia UNO
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En mayo pasado, el hombre de 31 años fue reformalizado por el delito de abuso sexual en contra de la menor. Desde la Fiscalía Maule, confirmaron a nuestro sitio que existe una prueba biológica que lo inculparía.

Por este motivo, y a casi un año de su primera formalización, Navarro continúa en prisión preventiva en el complejo penitenciario de Rancagua. De acuerdo a lo señalado a Página 7, durante los próximos meses la fiscalía presentará nuevos antecedentes sobre la investigación del caso.

En cuanto a Emmelyn, informaron desde el organismo que actualmente es su madre quien tiene la tuición. Esto a pesar de que en febrero pasado, Cristián Canales, padre de la niña, señaló que solicitaría ante el Juzgado de Garantía de Curicó el cuidado de la menor.