Ante el explosivo aumento de contagios por la variante ómicron, se ha ido revelando más información respecto al llamado ‘Síndrome de COVID largo’.
Las vacunas han ayudado a aplacar las fuertes consecuencias del coronavirus, que en un principio dejaba a los pacientes por largo tiempo en la UCI y que provocó cientos de muertes, pero hoy la situación es distinta.
Pese a que los daños han disminuido, la ómicron hizo que volvieran a subir los casos en el mundo y, actualmente, en el país.
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Es en este contexto que toma relevancia un estudio publicado por la revista Cell, que habla de los factores de riesgo que permitirían predecir quiénes podrían padecer el ‘Síndrome de COVID largo’.
Pacientes que padecen ‘COVID largo’ son los que presentan los síntomas propios del coronavirus por largo tiempo, considerando incluso malestares hasta cuatro semanas después de un PCR negativo, según la Clínica Mayo
Los afectados por el síndrome padecen principalmente fatiga, dificultad respiratoria, dolor articular, problemas de memoria, pérdida de olfato y gusto, y varios otros.
Ahora bien, según recoge BioBioChile, este estudio consideró a 209 personas en las edades entre 18 a 89 años, que sufrieron coronavirus en distintos niveles de gravedad.
De ellos, el 37% aseguró haber padecido más de tres síntomas (siendo fatiga, niebla mental y problemas respiratorios leves los que más se repitieron), y de este grupo, el 95% tenía uno o más de los cuatro factores de riesgo identificados por el estudio.
¿Cuáles son estos factores de riesgo?
El estudio señaló que los pacientes más propensos a tener ‘COVID largo’ son los que padecen diabetes tipo 2; Virus de Epstein-Barr (VEB), que es el virus del herpes humano 4, que es el que más se repitió entre los involucrados.
También se mencionaron los niveles de ARN del coronavirus en los contagiados: “Este elemento identificado consiste en la concentración del virus que entró en el cuerpo del contagiado, es decir, a mayor concentración mayor daño y, por ende, mayor posibilidad de sufrir el síndrome”.
Finalmente, se mencionaron los autoanticuerpos, sobre todo en pacientes con lupus y la artritis reumatoide.
La idea es que este estudio permita entablar nuevos parámetros para prevenir el síndrome, e iniciar la implementación de medicamentos antivirales.