‘La venganza es dulce’, dicen por ahí, frase perfecta para Ted Pelkey, un estadounidense que, al parecer, se la tomó muy en serio.

Y es que durante 10 largos años intentó que le entregaran un permiso para ampliar su casa y construir un garaje, tiempo suficiente para sacarlo de quicio.

Según consignó BioBioChile, fue la revista Newsweek la que publicó la historia de este hombre, quien gracias a la negativa del permiso por parte de dirigentes vecinales de su pueblo y autoridades del estado de Vermont, decidió vengarse.

Con el ahorro de 4 mil dólares (2,7 millones de pesos) destinados a la ampliación, construyó una estatua con una mano y el dedo del medio levantado, la cual apunta desde las alturas a toda la ciudad.

Pelkey dijo a los medios no tener intenciones de sacar la estatua y sostuvo que: “En mi opinión, si alguien te dice que te odia desde el principio, es una ofensa. Espero poder advertirle a la gente de la ciudad de Westford sobre sus autoridades y que echen un vistazo a las personas que nos manejan”, indicó.

Pese a todo, algunos vecinos declararon no sentirse ofendidos e incluso lo entendieron.

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