Pasada la tercera edad, la mujeres chinas han decidido cortar toda posibilidad de tener relaciones sexuales con sus esposos. En este contexto, millones de hombres se quedan con ganas de seguir complaciendo sus deseos maritales. Para esto las chinas tuvieron una ingeniosa solución.
Ante este problema -según el sitio inglés Metro.co.uk, las damas se han apiadado de sus maridos y han empezado a comprar muñecas inflables con caras de mujeres atractivas para que ellos puedan saciar sus necesidades sexuales, sin tener que recurrir a una amante. Todo esto con la intención de evitar infidelidades.
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En este contexto, la compra de muñecas sexuales se ha vuelto una tendencia nacional en el país asiático.
Tal es el caso de Feng, el dueño de un sex shop en China, que solía vender 100 muñecas de este tipo, al año cuando llegó a Xi’an, en 1997, y actualmente vende más de mil unidades en el mismo período de tiempo.
Pese a que la causa principal de este aumento en las ventas, se debe al hecho de las mujeres que compran este tipo de muñecas para sus hombres, también se suman hombres jóvenes que están solteros y personas en relaciones a larga distancia que se han desprendido de los prejuicios para ver en estos objetos una alternativa para saciar sus necesidades.
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