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Archivo | Agencia UNO
El Rumpy, tras 30 años en El chacotero sentimental, advierte sobre posible violencia con un triunfo de Kast en segunda vuelta. Alerta que propuestas del candidato empoderarían al Estado para actuar con violencia y represión. Considera que militarización y falta de rendición de cuentas serían amenazas serias. Afirma que su programa ha sido un bastión de resistencia ante cambios políticos, ofreciendo un espacio independiente para diversos públicos.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesRoberto Atiagoitia, conocido popularmente como el Rumpy, llamó la atención tras analizar el clima político que enfrenta el país en plenas elecciones presidenciales.
Recordemos que el locutor acaba de cumplir tres décadas al mando de El chacotero sentimental, emblemático espacio radial que le ha permitido observar de cerca cómo han cambiado las relaciones, conflictos y vivencias de los chilenos a través de las historias de sus auditores.
En ese contexto, y en medio del diálogo sobre su vida personal y profesional, Atiagoitia fue consultado por un eventual triunfo de José Antonio Kast en una segunda vuelta presidencial y por el auge de la ultraderecha en distintas naciones del planeta.
Ante esta situación, el comunicador no esquivó la pregunta y anticipó un panorama que, a su juicio, podría tensarse rápidamente.
“A mí lo que me pasa de lo que veo con la segura llegada de Kast, es que se va a poner todo violento”, expresó a The Clinic.
Sumado a esto, mencionó que ese escenario estaría directamente relacionado con las promesas del candidato.
“Está empoderando al Estado a que sea violento. Sus propuestas son militarizar, darle carta blanca a las policías para reprimir, no van a ser juzgados, vamos a indultar”, añadió.
Para Atiagoitia, estas medidas representan una amenaza seria. “Eso es violencia. Digan lo que quieran. Pero yo creo que más que el retroceso antiguo, moral, la cosa se va a poner violenta desde el Estado”, sostuvo.
Consultado sobre si su programa podría convertirse en una especie de refugio o resistencia en tiempos políticamente complejos, Rumpy respondió que ese rol no sería nuevo.
“Ha sido un bastión de resistencia a la post Concertación. Ha sido un bastión, porque es un lugar independiente, habitado por mucha gente muy diversa”, aseguró.