En la jornada de este jueves, Savka Pollak fue invitada al Mucho Gusto para hablar sobre la millonaria cifra que le debe su expareja por concepto de pensión de alimentos.
En medio de la conversación, la periodista recordó su difícil historia familiar, luego que su progenitor la dejara cuando era una bebé. “Yo nací en Alemania y a los tres meses mi mamá se vino a Chile porque se separó de él“, indicó.
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“Mi infancia fue sin un rostro, cuando era más grande y me subía a la micro, miraba y decía ‘ese de allá puede ser mi padre’, eso fue tremendamente violento”, añadió.
Savka Pollak y la incansable búsqueda para conocer su pasado
Tras esta dolorosa ausencia, la comunicadora señaló que vino un período de “crecimiento en el que no se hablaba mucho del tema”, pero el abandono siguió siendo un asunto importante para ella, por lo que después intentó ubicar al hombre que le dio la vida.
“Él vivía en Viña del Mar y yo estuve como detective buscando la dirección para poder encontrarlo. Yo me enternezco, porque cuando me acuerdo de esa joven en búsqueda de su padre me conmueve tanto, me produce tanta admiración”, expresó.
En ese contexto, la profesional confesó qué la motivó a no desistir en su objetivo. “Necesitaba saber de dónde venía, saber qué rostro tenía, ya que yo no podía venir de ninguna parte, para mí era fundamental”, afirmó.
“Tenía una necesidad, una pena, y a mí no me importaba quién y cómo fuera, yo quería un papá“, agregó.
Luego de un intenso proceso, la expanelista de Video Loco pudo encontrar a su padre, aunque no fue lo esperado. “Tenía 15 la primera vez que me cerraron la puerta, 18 la segunda y 30 cuando me recibieron”, explicó.
“(La primera ocasión) toqué el timbre, salió, venía comiendo algo, cerró la puerta y me dijo ‘no puedo atenderte’, se devolvió y se fue. La segunda oportunidad fue macabra, resultó ser una conversación demasiado desestructurante (…) vinieron mis 29 y yo dije ‘no quiero cerrar el ciclo de los 30 sin tener esto resuelto’”, mencionó.
“Lo quise mucho”
Sin embargo, todo dio un radical vuelco con el paso de los años. “Cuando lo conocí a los 30 fue un encuentro distinto, muy bonito, ya que él también tenía la necesidad de conocerme“, aclaró.
Finalmente, Savka Pollak cerró su relato recordando cómo pudo hacer las paces con su progenitor. “Él estuvo disponible para hacer esa reparación, me acompañó a buscar a mis hijos al colegio, a verlos en los partidos de fútbol, fue una gran compañía en los últimos años de su vida“, comentó.
“Yo estaba como cuando una sueña algo toda su vida y te lo dan, no te importa nada, era muy poquito lo que necesitaba. Posteriormente, me alejé porque sentí que había cumplido mi parte, después murió, le llevé su cajón y lo enterré. Lo quise mucho“, cerró.



