En un nuevo episodio del podcast Mari con Edu, Eduardo Fuentes sorprendió a los oyentes con dos historias personales llenas de humor y autocrítica.
La primera ocurrió tras su separación, cuando contrató a alguien para planchar. Lo que parecía algo sencillo terminó siendo inesperado.
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“La paso a buscar y cuando la veo… era una modelo. Alta, curvilínea. (…) Yo estaba separado. La llevo a la casa y le digo: ‘Básicamente lo que necesito es planchado’”, contó Eduardo Fuentes.
“Voy al segundo piso a trabajar y, a la hora, bajo y la niña se había puesto un short muy chiquito y la parte de arriba de un traje de baño (…)”, recordó el animador.
“Me fui a dar una ducha fría. No correspondía, yo era mayor. No quería ser el típico separado rancio”, complementó.
La segunda anécdota lo llevó a Pichilemu, donde la “chiquilla” con la que estaba saliendo participó en Miss Pichilemu y al responder a la pregunta sobre qué menos le gustaba de Santiago, ella dijo: “‘El ladronaje’”.
“Cuando escuché eso sentí que mi corazón se partió en mil pedazos”, confesó Fuentes, rememorando cómo sus tíos lo molestaban por la situación.
“Lo peor es que escuché a mi tío decirle a su señora: ‘Te tengo que contar un cahuín muy bueno’. ¡Y el cahuín era ese! Que mi polola decía ‘ladronaje’. Escuché la risotada de mi tía por allá y me quería morir”, agregó el comunicador.




