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La modelo Michelle Carvalho revelará en Podemos Hablar un duro episodio de bullying que sufrió por su apariencia física en la infancia. Además, compartió detalles impactantes sobre su padre, quien estuvo en prisión durante 9 a 10 años por robar un banco facilitando el acceso a sus amigos. A pesar de la difícil situación, su padre intentaba hacer que las visitas a la cárcel parecieran una celebración para disimular la gravedad del asunto a Michelle y sus hermanos.
Michelle Carvalho estará este viernes en Podemos Hablar, donde hablará de un duro recuerdo de su infancia.
Primero, la brasileña contó los episodios de bullying que sufrió, debido a su físico.
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“Desde niña, en el colegio, aparte del bullying que pasé por ser flaquita, muy alta, creo que siempre quise ser relevante, como destacar", comenzó diciendo, de acuerdo a un adelanto al cual tuvo acceso Página 7.
"Recuerdo que miraba las revistas y decía ‘yo quiero estar aquí’, quiero que algún día me vean en una portada, quiero que me vean en fotos de la calle, quería destacar", agregó en el estelar de CHV.
Asimismo, definió su infancia como "muy humilde, pero con un círculo muy familiar. Recuerdo que cerca de los 6 o 7 años trabajaba en un club de tenis recogiendo pelotitas. Yo siempre emprendedora, buscaba la forma, el medio para hacer plata”.
Michelle Carvalho recordó cuando su padre cayó en prisión
Respecto a su padre biológico, con quien no tuvo una relación cercana, confiesa: “Tenía entre 2 y 3 años cuando mi papá se fue. No lo vi por diez años. Él trabajaba en un banco y ahí se le ocurrió la brillante idea con sus amigos de robar el banco”.
Una historia casi de película, donde Michelle Carvalho entregó detalles sorprendentes: “Él daba el acceso, era el guardia y facilitaba a los ‘amigos’ para que cometieran el robo”.
Reveló que su familia nunca sospechó de nada, hasta que sus abuelos comenzaron a notar inconsistencias: “Parece que este robo lo hizo dos veces y le funcionó, pero la tercera vez los pillaron a todos. Varios salieron heridos y estuvieron 15 años en la cárcel, mi papá cumplió entre 9 y 10 años”.
Por último, recordó que este episodio marcó profundamente su niñez, aunque su padre intentaba que las visitas a la cárcel parecieran una fiesta, para que ella y sus hermanos no notaran la gravedad de la situación.
