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Karla Constant reveló en un reciente "react" de Mundos Opuestos los intensos momentos vividos en el reality, destacando las dificultades al conducir el programa y su relación complicada con Princeso. Aunque lo describió como "muy simpático", confesó que a veces le sacaba de quicio con su personalidad impredecible. La conductora admitió haberse sentido al límite de la paciencia, especialmente durante la eliminación de Mike Milfort. Además, mencionó su incomodidad por las discusiones entre participantes y la necesidad de mantener la energía en un formato tan intenso como animadora.
Karla Constant reveló algunos de los momentos más intensos que vivió durante su paso por Mundos Opuestos, en un reciente “react” del reality.
La animadora no dudó en sincerarse sobre los desafíos que implicaba conducir el programa y, especialmente, sobre las dificultades que tuvo con uno de los participantes más recordados: Princeso.
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La conductora comentó entre risas que Leonardo Valladares, nombre real del influencer, la desconcertaba constantemente.
“Yo como que lo miraba… ¿Me está hue…? Es impresionante su personalidad. Hasta el día de hoy no te podría decir con quién estás hablando”, señaló, dejando claro que su carácter impredecible era todo un reto dentro del encierro.
Aunque aseguró que Princeso es “muy simpático”, también confesó que a veces lograba sacarla de quicio. “Daba ganas de matarlo, a veces. Uno pasa por todos esos momentos”, reconoció.
Según contó, hubo ocasiones en las que se sintió al límite de la paciencia, pero supo mantener la calma frente a las cámaras. “A veces estoy con rabia por dentro, pero con una sonrisa por fuera. Es un arte que domino hace cualquier año”, bromeó.
Uno de los episodios que más la tensionó fue la eliminación de Mike Milfort, cuando Princeso intentó desconcentrarlo a gritos.
“Yo quería subirme y decirle ¡cállate! Pero no podía”, reveló, entre risas y resignación, sobre ese recordado momento del reality.
La otra incomodidad de Karla Constant en Mundos Opuestos
La periodista también reconoció que lo que más la incomodaba eran las discusiones entre los participantes, especialmente entre mujeres.
“O de repente, cuando tratas de remar una actividad y nadie dice nada. Ahí uno tiene que sacar todas sus herramientas para generar la conversación”, explicó sobre los retos del rol de animadora.
Para cerrar, Karla reflexionó sobre la experiencia y el esfuerzo que implica mantener la energía en un formato tan intenso.
"No es fácil la pega que tenemos como animadores, porque no siempre todos quieren participar y hay gente que rema para el otro lado. Pero uno lo entiende, porque estar en un encierro no es una situación normal”, cerró.
