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"Mauricio Pinilla revela su lucha contra la depresión y las adicciones: estuvo al borde del suicidio tres veces. El exfutbolista relata una rutina destructiva de encierro, alcoholismo y pensamientos oscuros, enfrentando momentos dramáticos de intento suicida. Tras tocar fondo, pide ayuda, se interna y logra recuperarse. Pinilla destaca la importancia de la salud mental y la posibilidad de salir adelante, agradecido por la vida y con ganas de seguir adelante."
Mauricio Pinilla habló en Hay que Decirlo como nunca antes sobre el periodo más oscuro de su vida, una etapa donde estuvo cerca del suicidio al menos 3 veces.
El exfutbolista y rostro televisivo reveló que intentó quitarse la vida en tres ocasiones, producto de una profunda depresión y adicciones que lo tuvieron al borde del colapso.
“Estuve más de un año encerrado, tomando solo casi todos los días. Llegaba del trabajo, me subía al segundo piso, ponía música y me emborrachaba solo”, relató.
Su rutina se volvió repetitiva y destructiva: salía a trabajar, volvía, bebía hasta las 6 de la mañana, dormía 4 horas y partía de nuevo.
“Era para olvidarme de todo. Para no sentir la angustia. Tomaba y me desaparecía de mí mismo”.
En ese contexto, Pinilla enfrentó tres episodios suicidas, siendo el primero uno de los más dramáticos: “Un día manejé curado hasta Farellones. Me quería tirar por un barranco. Sentía que si desaparecía, le hacía un favor a todos. Pensaba que mis hijos, mi señora, todos estarían mejor sin mí”.
El segundo ocurrió en su departamento, completamente solo.
“Mezclé copete con pastillas. Lloraba sin parar, con una pena que no se me pasaba. Me acosté esperando no despertar, y desperté al otro día como si nada… pero por dentro estaba hecho pebre”.
El tercer intento fue el punto de quiebre. Mauricio mezcló todo tipo de sustancias y, en un momento de lucidez, llamó a su hermana y le pidió ayuda para internarse.
“Ahí cambió todo. Llegó la Gise y me llevaron. Esa vez lo hice en serio. Estaba decidido a rehabilitarme y recuperar a mis hijos”, contó.
Mauricio Pinilla a dos años de rehabilitarse: "Con ganas de seguir adelante"
Durante la conversación, Pinilla reconoció que había perdido todo: el vínculo con sus hijos, su familia y las ganas de vivir. “No quería ni salir de la casa. Solo quería estar con mi mamá, cuidarla. No quería saber nada del mundo exterior”, dijo.
Lo más fuerte fue asumir que nunca creyó en psicólogos ni psiquiatras.
“Para mí era plata botada. Pero hoy les digo: sí ayudan, sí sirven. Me equivoqué. Hablar de esto me da paz, me relaja, me libera”.
Hoy, el exfutbolista agradece estar vivo: “Me pude haber muerto tres veces. Me salté cumpleaños, fechas importantes, momentos que no vuelven. Pero hoy estoy aquí, sano, agradecido, y con ganas de seguir adelante”.
Con su testimonio, Pinilla busca visibilizar la salud mental y mostrar que nadie está libre de tocar fondo, pero que siempre es posible salir.
“Sé que no soy el único que ha estado ahí. Por eso lo cuento. Porque verbalizarlo ayuda, y porque pedir ayuda también es una forma de ser valiente”.



