Lipigas ingresó una denuncia online a la Fiscalía Oriente por el delito de sabotaje informático, tras el polémico llamado a votar por José Antonio Kast.

Una fiscalización terminó revelando un hallazgo inédito en el puerto de San Antonio. Personal del Servicio Nacional de Aduanas incautó cerca de dos toneladas de vainillas y casquillos de municiones de distintos calibres, los que se encontraban ocultos en sacos que habían sido declarados como desechos de cobre destinados a exportación.

El procedimiento se desarrolló en el marco del trabajo de análisis y control que realiza Aduanas en la zona, enfocado principalmente en detectar cobre de ilícita procedencia, considerando el aumento sostenido del robo de cables y tendido eléctrico a nivel nacional.

Sobre el operativo se refirió la jefa de Fiscalización de la Aduana de San Antonio, Natalia Garay, quien actualmente subroga al director regional, Angelo Vergara, consignó BioBioChile.

"La mercancía venía declarada en la exportación como desperdicios y desechos de cobre. Procedimos a seleccionar este contenedor y aperturarlo para realizar el desconsolidado y la respectiva inspección física de las mercancías para dar cuenta de que lo declarado cuadraba con la mercancía realmente presentada para el embarque", detalló.

Fue durante esa inspección cuando el equipo fiscalizador advirtió que el contenido no correspondía únicamente a chatarra metálica.

"Nos damos cuenta de que no se trataba de solamente desperdicio y desechos de cobre, sino que de una serie de maxi sacos que contenían, además de chatarra metálica, estas vainas y casquillos de municiones en otros maxi sacos que venían de manera oculta", precisó Garay.

La autoridad subrayó la gravedad del caso, destacando que se trató de un intento deliberado por simular una exportación a través del Puerto de San Antonio.

"Esta incautación reviste especial interés debido a que esta mercancía trató de ser exportada por Puerto San Antonio, simulando una exportación de desperdicio y desechos de cobre", enfatizó.

En esa línea, la jefa de fiscalización recalcó que el trabajo del servicio se ha intensificado en este tipo de operaciones, considerando el contexto delictual asociado al robo de cobre.

Incertidumbre causó la mañana de este domingo el desalojo de la Escuela Eleuterio Ramírez, local de votación de Valparaíso, por un presunto aviso de bomba.

A la espera del GOPE, carabineros solicitó la salida de las personas que estaban a la espera de emitir su voto, entre ellos, muchos adultos mayores y niños acompañando a sus padres.

Todo se habría originado, según el reporte de TVN, no por un objeto sospechoso, sino por un llamado a nivel central del 133, donde avisaron del riesgo al interior del recinto.

En un primer momento, Carabineros manejó la situación generando un pequeño perímetro alrededor del colegio, con el fin de asegurar a las personas, quienes no entendían qué pasaba, ya que todo se había desarrollado con normalidad hasta ese momento.

Llamado al 133 alertó de posible bomba en local de votación de Valparaíso

El delegado presidencial se hizo presente en el lugar, además del Seremi de Educación.

Y es que, al interior de la escuela había aproximadamente 10 mesas, con un padrón de cerca de 200 personas habilitadas para sufragar.

"En forma preliminar, se recibió un llamado telefónico que alertaba la instalación de un artefacto explosivo en este local de votación. Para determinarlo, viene llegando el GOPE", indicó el coronel Meza.

A raíz de esa alerta, decidieron activar el protocolo de desalojo en la escuela, esperando normalizar todo lo más rápidamente posible.

Sin embargo, llamó la atención que los vocales de mesa y delegados electorales permanecieron dentro del local, con indicaciones de custodiar los votos ya emitidos en las urnas. Además, estaban acompañados por funcionarios de la Armada.