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Una familia de Talcahuano vivió una tragedia en un centro turístico en Frutillar, Los Lagos. Durante unas vacaciones, el padre y el hijo sufrieron graves quemaduras en un accidente en las duchas del lugar. A pesar de la rápida atención médica, el hombre resultó con quemaduras en el 35% de su cuerpo, mientras que el niño de 2 años en el 5%. La madre, Pamela Pérez, denunció la falta de atención y asistencia inmediata en el centro turístico, además de la promesa incumplida de la devolución total de los gastos por parte de Caja Los Andes.
Una tragedia vivió una familia oriunda de Talcahuano, región de Biobío, al viajar al sur de Chile de vacaciones: padre e hijo terminaron con graves quemaduras en un centro turístico tras sufrir un accidente.
Tal como contó BioBioChile, Pamela Pérezquien planificó lo que serían unas vacaciones de invierno ideal: ir al Centro Turístico Punta Larga de Caja Los Andes en Frutillar, región de Los Lagos, junto a su pareja, su hijo de dos años y su suegra.
Serían cuatro días de relajo en aquel lugar, un viaje que luego continuaría en comunas como Pucón y Villarrica.
De acuerdo a los planes, la familia llegó la noche del pasado viernes 25 de junio al centro turístico. Previamente, habían abonado la mitad del valor -cercano a 400 mil pesos- y una vez en el lugar, el resto.
La fecha de la familia fue escogida, entre otras cosas, porque Pamela estaba de cumpleaños el sábado 26. Ese día, pasaron gran parte de la mañana en la piscina temperada. Posterior a eso, se dirigieron a los camarines del recinto.
Ahí fue cuando vino el problema. De acuerdo al relato de Pamela a Denuncias BBCL, mientras ella se encontraba en el camarín de mujeres, escuchó gritos ensordecedores provenientes de las duchas de hombre, donde estaban su pareja e hijo.
Cuando entró al baño, este estaba lleno de vapor, “como si fuera una densa neblina”. Quienes gritaban, eran justamente su pareja e hijo. Según rememoró la mujer, “el agua comenzó a salir hirviendo. Mi hijo estaba en el piso y su papá lo tomó para cubrirlo y luego intentó cerrar la llave, pero no se podía, estaba apretada”.
Agregó que “la puerta de la ducha, la cual era individual y por ende era pequeña, estaba trabada. De tanto empujar y hacer presión, mi pareja e hijo se cayeron al piso tras lograr abrirla“.
35% del cuerpo quemado
Las heridas de Danfervi, pareja de Pamela, fueron visibles en el primer momento. “Mi hijo tenía manchas rojas en partes de su cuerpo, pero a su papá ya se le había desprendido piel“, sostuvo la afectada.
Como forma de ayudarlo, intentó abrir otras llaves del baño para ponerlo bajo agua fría. En ese momento, Pamela notó que de las llaves solo salía agua hirviendo.
Salió en busca de ayuda, pero -dijo- al rededor de la piscina no había personal del centro turístico. Le comentaron que salvavidas solo había en temporada alta. Llegó hasta el hotel, ubicado a una gran distancia de los baños, para poder pedir asistencia urgente.
Finalmente, llegó personal del recinto al baño e intentan calmarla.
“Yo empecé a solicitar kit de emergencia, por último con suero lo podía irrigar. Me dijeron que no porque no había personal especializado para que lo usara, ahí les dije que yo era enfermera, pero después me di cuenta que en realidad ni siquiera tenían un kit”, expuso Pamela.
Al cabo de una hora, llegó el SAMU hasta el lugar para trasladar a Denfervi y su hijo al Hospital de Frutillar. Según el parte médico, el hombre terminó con quemaduras AB en el 35% de su cuerpo, mientras que el niño de 2 años con quemaduras tipo A en el 5%.
Planes a la basura
En el hospital, ambos recibieron curaciones y atención médica correspondientes. “Nos devolvimos al centro, pero nos quisimos ir de inmediato, obviamente todos los planes que teníamos terminaron ahí”, lamentó Pamela.
Pese a ello, antes de abandonar el lugar, la mujer solicitó algún libro o algo donde pudiera dejar registro de todo lo que ocurrió. En la recepción, le dijeron que no era necesario, ya que su caso había sido enviado a Santiago.
Además, en el mismo momento le prometieron la devolución total de lo pagado por la fallida estadía, además de costear todos los gastos médicos derivados de la emergencia.
Pasaron tres días y aún no recibía una llamada, por lo que decidió ir a una sucursal de Caja los Andes en la comuna de Talcahuano. Allí, dejó un formulario y además, ese mismo día, ingresó un reclamo por escrito al Sernac.
Tras estas acciones, Pamela recibió el llamado de quien sería el gerente operacional de Caja Los Andes. El tono fue similar que ese sábado en Frutillar, devolución total de la estadía y gastos médicos: “Ya se va a cumplir una semana y hasta hoy, no he recibido nada”.
“El daño físico es evidente y con cicatrices para toda la vida, el psicológico incalculable para toda nuestra familia”, finalizó la mujer.
Respuesta de Caja Los Andes
BioBioChile contactó a Caja Los Andes para conocer su versión respecto de lo ocurrido con la familia en el centro turístico.
Mediante una declaración, comunicaron que lamentan profundamente lo ocurrido y que se encuentran investigando cuál fue el motivo de lo sucedido.
Al mismo tiempo, aseguraron que el personal siguió el protocolo y que el dinero a la familia se le fue devuelto.




