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La Fiscalía de La Serena investiga denuncias de extravío de cuerpos en el cementerio de Las Compañías. Se han reportado 15 cuerpos desaparecidos en el osario N°36 y un caso reciente de Raúl Ortiz, cuyos restos no han sido hallados desde hace cinco años. Tras una exhumación en 2020, la familia Ortiz descubrió que los huesos presentados no pertenecían a su abuelo, confirmado con un examen de ADN. A pesar de las gestiones realizadas, los restos de Raúl Ortiz continúan desaparecidos, generando incertidumbre y preocupación en la familia.
La Fiscalía de La Serena recibió el pasado miércoles una denuncia presentada por la Corporación Gabriel González Videla, acusando una infracción a la norma de inhumaciones y exhumaciones en el cementerio de Las Compañías.
La denuncia expone el extravío de 15 cuerpos, localizados en el osario N°36 del recinto. En ese contexto, Diario El Día reportó un nuevo caso.
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Se trata de los restos de Raúl Ortiz, quien falleció en 1989, y cuya nieta, Bárbara Ortiz, denuncia que el cuerpo de su abuelo ha estado desaparecido desde hace cinco años.
En su relato, Bárbara explicó que, tras la muerte de su abuela en 2020, ella solicitó que los restos de su abuelito fueran exhumados para descansar junto a ella, cumpliendo así el último deseo de su abuela.
El proceso se llevó a cabo el 4 de febrero de 2020, pero lo que ocurrió después fue desconcertante. "Cuando nosotros firmamos en el cementerio, me acerqué alrededor de las 10 de la mañana y sacaron a mi abuelito. Sus huesitos eran bien largos, porque era alto", relató Bárbara.
Sin embargo, los restos fueron colocados en una bolsa azul sin identificación, lo que generó la primera duda de Bárbara sobre el manejo de los restos.
Al realizar la exhumación, Bárbara observó que la bolsa que le presentaron no era la misma, ya que era de color celeste y no azul, como la que había visto anteriormente. "Me dijeron que sí, que los restos eran los de mi abuelito, pero cuando los vi, me di cuenta de que no eran sus huesos. Los huesos eran mucho más pequeños", relató.
La situación se volvió aún más desconcertante cuando, al insistir en la verificación de los restos, la familia descubrió que los restos no correspondían a los de Raúl Ortiz. "Fuimos a la custodia y allí tenían como tres más, y me preguntaron si reconocía alguna y le dije que no, porque ninguna era de mi abuelito", afirmó Bárbara.
Tras varias gestiones sin solución, la familia contrató un abogado que realizó un examen de ADN, confirmando que los restos presentados no pertenecían a Raúl Ortiz.
"Se dieron cuenta de que los huesos no correspondían a los de mi abuelito, tal cual como yo les había dicho, y que era de otra familia", relató. A pesar de los esfuerzos, los restos del hombre siguen sin aparecer.
