La seguridad social abarca diversas áreas fundamentales para aliviar contingencias que pueden afectar los ingresos de los trabajadores y sus familias. Esta protección, reconocida como un derecho humano por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se materializa en prestaciones que van más allá de la jubilación y se extienden a la salud, el desempleo, los accidentes laborales, y más.

El acceso a la seguridad social es posible gracias a las cotizaciones. Pero, en Chile, solo uno de cada tres trabajadores tiene una cobertura adecuada, producto del crecimiento del sector informal, que no cotiza.

La gerenta de Proyectos de la Asociación de AFP (AAFP), Alejandra López, destacó que, más allá del ahorro para la futura pensión, “los beneficios de cotizar previsionalmente pueden verse en el presente, al permitir acceder, por ejemplo, al Seguro de Invalidez y Sobrevivencia o a licencias médicas”.

En el sistema de pensiones y seguridad social en Chile, los beneficios directos son pilares fundamentales para respaldar a los trabajadores a lo largo de su vida. El acceso a ellos varía entre trabajadores con contrato y aquellos independientes que emiten boletas de honorarios. No obstante, el requisito general es cumplir con los porcentajes de cotización establecidos para la salud, pensión y otros conceptos.

Beneficios directos de cotizar para los trabajadores

Seguro de invalidez y sobrevivencia:

Protege al trabajador y su familia en casos de incapacidad de trabajar o fallecimiento del cotizante por causa de accidentes o enfermedades de origen no laboral. En concreto, este seguro complementa el ahorro previsional del trabajador para entregar pensiones de invalidez o sobrevivencia (viudez u orfandad). Es financiado por el empleador.

Seguro de cesantía:

Protege a los trabajadores que han perdido su empleo, independiente de la causa de cesantía (renuncia o despido). Considera tantos pagos como el ahorro acumulado lo permita.

Licencia médica:

Permite a los empleados ausentarse del trabajo mientras reciben el tratamiento médico necesario, ofreciéndoles a los trabajadores una compensación económica que cubre parte de su salario y que se calcula con base en las cotizaciones para pensión.

Vacaciones progresivas:

Es un beneficio que se le da a todos los trabajadores dependientes que lleven 13 años cotizando para su pensión y que los últimos tres años los hayan cotizado con el mismo empleador. Con esos requisitos, el trabajador obtiene un día extra de vacaciones cada tres años de cotizaciones.

Cuenta de Ahorro de Indemnización (CAI):

Está destinada a los trabajadores de casa particular. Es financiada por el empleador con la cotización del 4,11% del sueldo del trabajador. Cuando se termina la relación laboral, se paga en una sola cuota, independiente del motivo del finiquito.

Seguro de accidentes del trabajo:

Este seguro protege al trabajador en lo que tiene que ver con accidentes y enfermedades de trabajo o de trayecto, permitiéndole acceder a pensiones de invalidez o atención médica y rehabilitación en las mutualidades. Es financiado por el empleador.

Seguro de acompañamiento de niños y niñas:

Este es un seguro que protege a los padres y madres de niños que padecen enfermedades graves para que puedan ausentarse justificadamente de su trabajo recibiendo pago que reemplaza parcial o totalmente el sueldo del trabajador.

Asignación Familiar:

La asignación familiar corresponde cuando un trabajador o un pensionado tiene reconocida a una carga familiar, es decir, a alguien que viva a sus expensas. Sin embargo, no es compatible con la Pensión Garantizada Universal (PGU).

Bono por hijo:

Es un complemento al ahorro previsional que acumula una madre en su cuenta de capitalización individual.

El monto depende del momento de nacimiento del hijo, el cual se invertirá y crecerá hasta ella cumpla 65 años, momento en que se le abona a la cuenta de capitalización individual y se comenzará a recibir en conjunto con su pago mensual de pensión.

Bono Trabajo de la Mujer:

Este beneficio busca mejorar los ingresos de las trabajadoras formales entre 25 y 59 años que pertenezcan al 40% más vulnerable de la población, de acuerdo con el Registro Social de Hogares. Se puede recibir el pago mensual o anual.

Subsidio de contratación y cotización para trabajadores jóvenes:

Dicho subsidio busca incentivar la contratación de jóvenes entre 18 y 35 años y su ahorro previsional temprano. Es así que le entrega un subsidio al empleador que asciende a $23.000 y complementa el ahorro mensual para la pensión del trabajador en el mismo monto.

Mis Beneficios AFP:

Por el solo hecho de haber cotizado alguna vez en una AFP, o estar pensionado por una de ellas, se puede acceder a descuentos de hasta un 60% en distintas marcas y emprendimientos. Además, este programa permite ahorrar directamente en Cuenta 2 al comprar en algunos negocios. Los detalles en www.misbeneficiosafp.cl

Otros beneficios de cotizar

Además de los beneficios que brindan un respaldo integral a los trabajadores, existe una red de bondades indirectas que entrega la cotización para salud y pensiones.

Estos se extienden a diversos aspectos de la vida laboral y cotidiana, ya que usualmente se utiliza el certificado de cotizaciones previsionales como una forma de acreditar renta al momento de realizar trámites importantes, como pedir un crédito bancario, arrendar una vivienda o calcular el pago de licencias médicas, entre otros.

“La cotización para pensión no solo asegura una mejor jubilación, sino que también actúa en estos casos como un elemento central para acceder a servicios esenciales y protecciones económicas en situaciones diversas, consolidando así una red robusta que abarca toda la experiencia laboral y va incluso más allá”, aseguró Alejandra López.

Para estar informado respecto del pago de sus cotizaciones, que les dan acceso a estas prestaciones, los trabajadores pueden acceder a www.sontuslucas.cl