Toda una polémica generó la información que comenzó a circular respecto a que la empresa Hopin Inc, fundada por Cristóbal Piñera Morel, hijo del presidente, obtuviera una millonaria cifra de parte del Estadio entre marzo del año pasado y abril de 2019.

Según el sitio Interferencia, el emprendimiento tecnológico percibió cerca de 250 millones de pesos por órdenes de compra del gobierno: 200 millones del año pasado y el resto en lo que va de 2019.

Los acuerdos de Hopin Inc fueron contratos ligados al Instituto de Previsión Social y otros con la Dirección del Trabajo, el Servel, el Sernac, el Servicio de Impuestos Internos, el Parque Metropolitano de Santiago y las municipalidades de Vitacura y Puente Alto. Claro que también, hay registros de algunas prestaciones hechas a instituciones dentro del gobierno de Michelle Bachelet.

Esto de inmediato desató comentarios en redes sociales, que apuntaban a algún trato especial de parte del Estado con la empresa del hijo del presidente. Sin embargo, el propio Cristóbal se encargó de aclarar que ya no es socio de Hopin Inc, y que para el 2015 ya no figuraba dentro de la gestión y administración del emprendimiento.

En Twitter, fue donde Cristóbal descaró todo tipo de vínculo con la empresa: “Hopin fue un startup que empezamos con tres amigos en 2011, con muchos sueños, buscando contribuir desde la tecnología y la innovación, (sin ningún fondo público). Yo me salí 100% de la gestión y administración de Hopin en 2015, cuando fui a estudiar a MIT”, se defendió.

“Desde entonces, nunca recibí ningún dividendo, ni remuneración alguna de Hopin. En julio de 2018 cedí íntegramente mi 7% de Hopin. Desde entonces no tengo ninguna relación con la empresa”, cerró el empresario, que aseguró estar cansado de la mala intención.