El príncipe Harry llegó hasta Japón para asistir personalmente a la final del Mundial de Rugby entre las selecciones de Sudáfrica e Inglaterra.
El miembro de la realeza británica llegó al estadio de Yokohama sin Meghan Marke ni su hijo Archie, quien tiene apenas cerca de cinco meses y que ya lo acompañó a parte de su gira por Sudáfrica.
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Y como es un fanático de tomo y lomo de este deporte, ya sea especulaba hace un tiempo su asistencia a este evento.
Eso sí, esta no fue su primera parada, ya que antes cumplió con otros compromisos agendados. Fue así como visitó el nuevo centro de entrenamiento Para Arena, un lugar totalmente accesible para brindar igualdad de oportunidades a la comunidad local.
El duque se reunió con aspirantes paralímpicos locales mientras participaban en rutinas de entrenamiento que incluían rugby en silla de ruedas, bochas y levantamiento de pesas. Esto fue especialmente significativo para el príncipe, ya que hace cinco años fundó Invictus Games Foundation, entidad que utiliza el poder del deporte para inspirar la recuperación y apoyar la rehabilitación de veteranos heridos que tienen lesiones físicas o mentales.
Además, cabe señalar que Japón es el primer país en albergar dos Juegos Paralímpicos. El próximo año, Tokio dará la bienvenida a más de 4.000 atletas provenientes de todo el mundo, siendo una gran instancia para ayudar a celebrar y promover la diversidad, como señalan en la cuenta oficial de los duques de Sussex en Instagram.
Luego, Harry se encontró con un grupo de estudiantes, donde vivió una divertida y tierna anécdota, producto de sus encantos.
Y es que una niña de 12 años le indicó que era “muy guapo“, a lo que él respondió un tanto sonrojado: “¡Estoy casado!”, mostrando de paso su anillo de matrimonio, lo que sacó carcajadas entre los presentes, según consignó el medio británico Daily Mail.

