Se trata de una infección viral muy contagiosa y sumamente molesta para quienes la padecen. Se estima que en el mundo hay 3.700 millones de personas menores de 50 años infectadas, según datos de la OMS.

Quienes alguna vez han sufrido de herpes labial saben lo desagradable que puede llegar a ser. Esa sensación de hormigueo y picazón constante, hasta que después se forma un pequeño punto duro y doloroso y aparecen ampollas llenas de líquido.

Las pequeñas ampollas pueden fusionarse y luego reventarse, dejando llagas abiertas poco profundas que presentan secreción y forman una costra.

Signos y síntomas que varían, dependiendo de si es el primer brote o una recurrencia. Incluso podrías experimentar fiebre, dolor de encías, garganta y cabeza, sobre todo las primeras veces.

Nada alentador. No solo por el dolor y lo poco estético, sino que por el tiempo en que mejora. De acuerdo a Clínica Mayo, el herpes labial suele curarse en dos a tres semanas sin dejar cicatriz.

Causas

Es importante distinguir que existen dos tipos de virus: el herpes simple tipo 1 (VHS-1) y el herpes simple tipo 2 (VHS-2).

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “el VHS-1 se transmite principalmente por contacto de boca a boca y causa herpes labial, aunque también puede causar herpes genital”.

Mientras que “el VHS-2 se transmite por vía sexual y causa herpes genital. Las infecciones que provocan los dos tipos de virus duran toda la vida”.

Al respecto, la dermatóloga Ana Molina cuenta al medio español ABC que se trata de uno de los virus más frecuentes. “Es el causante de la famosa ‘calentura’ que suele salir típicamente alrededor de los labios, sobre todo en el labio superior, aunque puede salir en cualquier zona del cuerpo, incluidos los genitales, de ahí el famoso herpes genital”.

Tratamiento

Los medicamentos antivirales recetadas por un profesional pueden ayudar a reducir el dolor y hacer desaparecer los síntomas más rápidamente. Uno de los más usados es Aciclovir.

En ese sentido, Ana Molina comenta al citado medio hispano que “en el momento que observemos que sufrimos más de 4 o 5 episodios al año, hay que actuar”.

“La mayoría de la gente corre a la farmacia y compra algún antiviral tópico, spray o parche secante, pero se ha demostrado que el efecto curativo de estos productos es más bien nulo, más allá del efecto favorecedor de la cicatrización que puedan ejercer”, añade.

Por lo que la especialista recomienda acudir al dermatólogo en busca de una solución mejor, que normalmente suele ser tomar un antiviral oral cuatro o cinco días, lo que ayuda a reducir la frecuencia y la gravedad de futuros brotes.

“Lograremos atenuar mucho los síntomas y si lo tomamos en cuanto empezamos a notar esa sensación de escozor y calor previa, es que puede que ni llegue a salir”, dice.

“El mejor efecto de todos es que si lo tomamos cada vez que nos sale lograremos ‘atontar’ al virus, de forma que cada vez tardará más tiempo en volver a salir y cada vez lo hará más levemente, hasta que llegue un momento que no vuelva a salir más”, complementa Molina.

Recurrencia

Una vez que se ha tenido un episodio de infección, el virus permanece inactivo en las células nerviosas, por lo que puede reaparecer en diferentes momentos e incluso en el mismo lugar que antes.

Esto explicaría por qué hay personas que sufren seguido de herpes labial y otras, en cambio, nunca.

Desde Clínica Mayo, además, detallan que la recurrencia puede ser ocasionada por: infección viral o fiebre, menstruación, estrés, fatiga o exposición prolongada a la luz del sol sin utilizar protección labial.

Boca protección labial
Pixabay

Otras recomendaciones

Evitar el contacto directo con lesiones ocasionadas por herpes, no compartir elementos como utensilios de aseo, toallas u otros artículos personales y mantener siempre las manos limpias.

Para aliviar el dolor se puede aplicar hielo en la zona afectada, mientras que lavar las lesiones con agua y jabón antiséptico ayuda a prevenir que el virus se extienda a otras zonas del cuerpo.

Se debe tener en cuenta que no existe una cura para el herpes labial, pero seguir un tratamiento adecuado puede ayudar mucho a controlar los brotes.