El cabello graso puede resultar bastante complicado de manejar, pues tiende a ensuciarse mucho más rápido que el pelo seco o el deseado “normal”.

Según detalló a Vogue la reconocida estilista española Noelia Jiménez, lo anterior se debe a una “producción excesiva de grasa capilar, que en condiciones normales es adecuada, pues protege el cuero cabelludo de la sequedad”.

Los motivos que provocan el cabello graso son muchos, por ejemplo, cambios hormonales, estrés, lavado incorrecto, la alimentación, factores genéticos y demasiada exposición al sol, entre otros.

Jiménez también apuntó que las personas con el pelo fino y liso tienden a tener el cabello más graso, y no porque estén produciendo más sebo.

“(…) Cada pelo produce una cantidad de grasa. Si el cabello es fino, no suele utilizarla toda y el sobrante queda depositado en las raíces, que a su vez, si lo tocamos demasiado, se extenderá por medios y puntas dando un aspecto más grasiento”, explicó.

Los errores

Como mencionamos anteriormente, hay prácticas que realizamos que ayudan a que el cabello se vuelva más graso antes de tiempo.

Uno de los más conocidos es “lavárselo demasiado o utilizar demasiado champú, pues esto puede provocar efecto rebote”, comentó a Vogue la estilista Conchi Fernández.

La misma profesional indicó que otro error es prescindir de acondicionador, pues este ayuda a hidratarlo y, si está seco, “esto ocasiona que se engrase más rápidamente”.

En esta línea, otros que destacan es cepillarlo muchas veces durante el día, aplicar cremas faciales demasiado cerca de la raíz y frotar el cuero cabelludo reiteradas ocasiones con la yema de los dedos.

Soluciones claves

Por suerte, hay soluciones para tratar el pelo graso y Noelia Jiménez afirmó que algunas de las claves radican en cómo lavamos el cabello, con qué productos y los tratamientos adicionales.

Respecto al lavado, Jiménez aconsejó que se realice un frotado suave y que hay que enjuagarlo muy bien, “porque si quedan residuos del champú u otros productos que utilicemos, la producción de grasa será mayor y, a la vez, seguiremos depositando suciedad sobre la que no hemos eliminado”.

En este punto, también es fundamental la temperatura del agua. “Si la usas muy caliente, favorecerás la producción de grasa, lo ideal es realizar el último aclarado con agua fría o tibia”, agregó.

Sobre qué productos usar, la estilista recomendó aquellos que son específicamente para pelo graso y que además “sea astringente y sin sulfatos, parabenos ni siliconas para recuperar el equilibrio natural del cabello y el cuero cabelludo”.

Algunos de los ingredientes que se pueden preferir en los productos de lavado son menta, té verde, caléndula, tomillo y jengibre, ya que estos “equilibran el sebo del cuero cabelludo”.

Por último, un tratamiento adicional que se puede emplear es la exfoliación capilar. “La grasa es una especie de ‘tapón’ que evita que el cuero cabelludo respire, y esto hace que los folículos vayan envejeciendo, se afine la raíz y termine por caer y morir”, advirtió Jiménez, quien aseguró que esta es una práctica que también aplica para el pelo seco.