Marco Enríquez-Ominami fue el más reciente invitado al podcast Me Importas Tú, en donde habló de cómo inició su relación con su esposa, la animadora Karen Doggenweiler.
“Esta historia ha resistido 18 años”, comenzó el relato con humor el excandidato presidencial, que se remontó hasta su época de cineasta.
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“Me transformé en director de televisión para poder vivir. Inventé varias series y una de ellas fue muy exitosa, que se llamaba La Vida es una Lotería e invité a Karen a grabar como actriz”, indicó ME-O.
“Yo ya la observaba, no veía mucho el matinal, pero sí la ubicaba, había visto un par de entrevistas súper sofisticadas”, agregó.
Asimismo, Ominami rememoró que “siendo animadora hiper exitosa, la mujer más creíble de Chile, una vez dio una entrevista sobre política y me impresionó mucho su coraje, jugándose por ideas progresistas. Me pareció fascinante”.
Tras esto, el exaspirante a La Moneda indicó que fue al matinal de TVN, programa que conducía Doggenweiler, a promocionar La Vida es una Lotería, en donde entabló diálogo con ella durante comerciales.
“Ella estaba vestida de rojo y negro, que son los colores del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria). Le digo ‘oye, tú estás vestida como revolucionaria, ¿te diste cuenta?’. Ella respondió ‘claro, porque venías tú’. Yo quedé muy impresionado“, recordó.
Luego, en otra pausa, le pidió a la actual animadora de Buen Finde que salieran, sin embargo, ella no contestó sus llamados durante un año.
“Luego de 300 llamados, nunca quiso”, dijo ME-O, que al año siguiente nuevamente fue a promocionar la segunda temporada de su serie, en donde aprovechó de entregarle un directo mensaje.
“De algún modo le dije ‘¿por qué no cortas tu hueveo y me aceptas la invitación?’. Porque ya con un año de buzón telefónico creo que había demostrado suficiente perseverancia”, afirmó, recibiendo una respuesta afirmativa. Al día siguiente salieron a comer.
ME-O y su osada solicitud a Karen Doggenweiler
Marco Enríquez-Ominami se reconoció “audaz” en ese tiempo, durante la entrevista. Y prueba de ella fue lo que le dijo a Karen Doggenweiler la primera vez que salieron.
“La primera noche le digo ‘necesito conocer a tu madre’. Me dice ‘¿por qué?’, y le digo ‘porque nos vamos a casar’. Seductor rasca”, bromeó.
“Le dije ‘para que eso ocurra tengo que conocer previamente a mi futura suegra’ y me contestó ‘¿tú eres loco? ¿Cómo se te ocurre pedirme eso?'”, señaló.
Finalmente, logró su objetivo: “Terminé almorzando en un restorán peruano con la que hoy es mi suegra. Ella había sido socialista, muy ayudista del MIR, híper progre, híper inteligente y aguda. Silvia Lapuente es una rockstar. La admiro“, cerró.
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