En diciembre de 2019 se registraron los primeros contagios de COVID-19, específicamente en la ciudad de Wuhan, China.

Sin embargo, lo que en un principio parecía un virus común, llegó a afectar a toda la población mundial, desatando una preocupante pandemia que ha terminado con la vida de millones de personas.

De esta forma, el tema pasó a estar dentro de la mayoría de las conversaciones, por lo que solo bastaron un par de meses para que la industria del entretenimiento tomara la temática y la llevara a la pantalla de miles de televidentes.

Series médicas como Grey’s Anatomy y The Good Doctor, han centrado sus últimas entregas en el COVID-19, al igual que la popular New Amsterdam, la ficción que ha cobrado fama mundial tras el estreno de sus dos primeras temporadas en Netflix.

Eso sí, las tres han abordado la pandemia de una forma distinta, pues mientras la producción dirigida por Shonda Rimhes muestra los contagios desde uno de sus personajes principales, la serie protagonizada por Ryan Eggold tiene una visión más próspera.

Te comentamos que los siguientes párrafos pueden contener spoilers, por lo que si eres fanático de algunas de las mencionadas historias te recomendamos parar tu lectura.

New Amsterdam

La producción que cuenta la historia de Max Goodwin (Ryan Eggold) como director del único hospital público de Nueva York, ha decidido solo centrar sus primeros episodios de la tercera temporada en la pandemia.

Aunque el uso de mascarillas en cada personaje es constante, al igual que los exámenes PCR en los pacientes que llegan al New Amsterdam se siguen practicando, la serie muestra cómo sería la vida una vez que la mayoría de la población esté vacunada contra el COVID-19.

Desde esa vereda, ha tratado de desarrollar historias paralelas a la alerta sanitaria, pero que aún así están relacionadas a los contagios. Un claro ejemplo es cómo Max debe estar separado durante meses de su pequeña Luna, perdiendo parte del lazo padre e hija, lo que afecta claramente en su desempeño laboral.

Asimismo, muestra cómo las familias han debido enfrentar la muerte de sus seres queridos, quedando con grandes deudas hospitalarias por el periodo que estos lucharon contra el virus.

Otro punto, es la cantidad de recursos que tienen destinados desde el centro hospitalario a la crisis sanitaria, ya que mientras el New Amsterdam se nutre de aportes estatales y donaciones, el Grey’s Sloan Memorial recibe fondos de millonarios filántropos.

Grey’s Anatomy

Ahora bien, que el hospital donde se genera la historia de Shonda tenga recursos no significa que nos muestre una realidad muy alejada de la pandemia, pues impactó duramente a dos miembros del elenco original; hablamos de Miranda Bailey y Meredith Grey.

Lo anterior, ya que mientras la directora del recinto perdió a su madre producto del coronavirus sin poder despedirse como millones de familias, la protagonista, interpretada por Ellen Pompeo, ha estado casi toda la temporada en coma inducido producto de las secuelas del virus.

Por otra parte, y a diferencia de New Amsterdam, la producción muestra solo el difícil acceso a los insumos de protección para el personal de salud y cómo les ha afectado la sobrecarga laboral, nuevamente desde una vereda más privilegiada con respecto a los ingresos.

Eso sí, la pandemia permitió que los personajes que habían fallecido en la serie en entregas pasadas pudieran regresar para dar un vuelco en la trama, una idea que muchos seguidores han agradecido, mientras otros aseguran que sería un gran cierre para que luego de 17 temporadas la serie llegara a su fin.

The Good Doctor

Una visión totalmente diferente es la que tiene la ficción dirigida por David Shore, mismo profesional que dio vida a Doctor House.

Al igual que New Amsterdam, la serie muestra una realidad posterior a la pandemia, eso sí, también hace alusión a la alerta sanitaria durante sus primeros episodios, en lo que parece ser una línea de tiempo.

Y es que recordemos que la producción está centrada en la historia de Shaun Murphy, un médico con síndrome del espectro autista que realiza su internado en el hospital St. Bonaventure de San José, California, por lo que su actitud al enfrentar a los pacientes COVID-19 es muy distinta a la del resto de los profesionales en las mencionadas series.

En tanto, quizás el punto más destacable de The Good Doctor es cómo han logrado representar la dolorosa pérdida de un familiar, y de qué forma el personal de salud ha debido empatizar con ese dolor a tal punto que afecta a diario sus funciones.

Cabe señalar, que más allá de la ficción, el virus es mortal y ha cobrado la vida de más de 3 millones de personas en todo el mundo, mientras que 89.6 millones se han contagiado, quedando con graves secuelas que los afectan tras meses de ser dados de alta, por lo que el llamado siempre es al uso constante de mascarilla, distanciamiento social y autocuidado.