Es una de las finalistas y una de las mujeres que tuvo más conflictos en el encierro de Resistiré. Tere Kuster vivió de todo, desde hambre extremo, una gran baja de peso y también un triángulo amoroso que a ratos se convirtió en un melodrama insoportable.

Es que la argentina no sólo tuvo que afrontar la confusión que sintió con Fede Farrell, con quien se involucró mientras mantenía afuera a su novio, Gabriel Martina, sino que además tuvo que enfrentar esta situación cuando su pareja decidió también sumarse al programa y terminó conviviendo con los dos hombres en el lugar, lo que generó críticas de sus propios compañeros.

“Lo más difícil para mí, porque yo ya estaba muy desgastada emocionalmente, fue cuando entró Gabriel. Fue un cachetazo de realidad, me hizo caer en cuenta de cómo estaba actuando, que estaba haciendo sufrir a quien más amo. Si bien Fede sabía todo desde el principio, que yo estaba en una relación, fue una situación horrible para todos por mi comportamiento”, indicó la blonda en conversación exclusiva con Página 7.

Aquel rollo amoroso hizo que Kuster se quebrara. “Enfrenté todo con la mayor entereza que pude, pero no estaba en todos mis cabales para reaccionar de una manera más clara. Igual ahora creo que lo hice de la mejor manera y poniéndole todo el corazón”, expresó.


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¿Y cómo has lidiado con las críticas? “Al principio me dolió y después lo dejé pasar. Lo liberé y me di cuenta que no me puedo hacer cargo de los demás. Entendí que el bienestar y los aprendizajes parten de mí”, indicó, agregando que “la gente no entiende que esto es un show y que las cosas hay que hacerlas porque tenemos un contrato firmado”.

De esta forma, la modelo ha ido dejando atrás todo lo que vivió en el encierro. “Ahora estoy mucho mejor, ya ha pasado un tiempo, el desgaste sicológico y emocional fue muy grande. Yo no me imaginaba que era tan fuerte. Sobre todo en las condiciones que nosotros nos encontramos, la higiene, la limpieza, el frío, la mugre. Y lo principal de todo, el hambre, que saca lo peor de uno, lo peor del carácter de una persona”, dijo.

Al respecto, Tere manifestó que estar como ellos estuvieron, sin poder comer por varios días, “es tremendo, no tengo palabras. Cuando salí empaticé con aquellos que no tienen qué comer, y ahora cuando pido un plato trato de terminarlo o de no pedir cosas por pedir no más”.

Así, la argentina se despide de la que podría ser la experiencia más traumática de su vida. Aunque advirtió que “el fallecimiento de mi papá, que fue seis días después de que salí del reality, es una tristeza más profunda que me afecta mucho más que todo lo que viví. Mi vacío y dolor es por eso, lo otro pasó a un tercer plano. Ahora, estoy tratando de estar sicológicamente mejor, de entender un montón de situaciones, ver por qué reaccioné como lo hice y trabajando por conocerme más. Tengo días estables y días malos, pero sé que voy a estar mejor”.