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En Pensilvania, Justin Mohn, de 33 años, decapitó a su padre, un funcionario retirado del Ejército, y transmitió en vivo por YouTube la macabra escena, donde además lanzó discursos de extrema derecha y llamó a ejecutar a empleados federales. El video, eliminado posteriormente, alcanzó miles de visualizaciones. Mohn justificó el crimen acusando a su padre de traición por colaborar con la administración de Biden y trató de reclutar apoyo tras el asesinato. Fue condenado a cadena perpetua por terrorismo doméstico, marcando un precedente en la legislación estatal, mientras que su hermana expresó su horror por las acciones de su hermano durante el juicio.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesUna estremecedora historia criminal remeció a Estados Unidos, luego de que un joven de 33 años, identificado como Justin Mohn, decapitó a su padre y exhibió su cabeza en una transmisión en vivo a través de YouTube.
El espeluznante hecho ocurrió en enero de 2024 en Pensilvania, cuando el sujeto disparó a quemarropa contra su progenitor, identificado como Michael Mohn, un funcionario retirado del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, y posteriormente lo decapitó.
Según consignó BioBioChile, el sujeto grabó un video de 15 minutos mostrando el cráneo de su progenitor mientras lanzaba violentos discursos con ideas conspirativas de extrema derecha.
Además, llamó a ejecutar a otros empleados federales.
Pese a la crueldad de las imágenes, el registro alcanzó miles de visualizaciones antes de ser eliminado por la plataforma.
Mohn justificó el crimen señalando que su padre era un “traidor” por colaborar con la administración del expresidente Joe Biden.
No conforme con eso, tras cometer el asesinato intentó sin éxito reclutar apoyo tras acudir a un centro de entrenamiento de la Guardia Nacional.
La madre del acusado, Denice, encontró la escena del crimen al regresar a su hogar: el cuerpo decapitado de su esposo, un machete y un gran cuchillo en el lugar.
Durante el juicio, la fiscal del caso describió los hechos como un “escalofriante uso de la muerte de su propio padre como una declaración política”, y enfatizó el riesgo que representa Mohn para la sociedad.
Por su parte, el imputado declaró que intentó realizar un “arresto ciudadano”, pero el tribunal desestimó su versión y la calificó como “una absoluta tontería”.
La justicia local dictó contra el sujeto cadena perpetua sin opción a libertad condicional y calificó el crimen como terrorismo doméstico, marcando un precedente al aplicar por primera vez esta figura en la legislación estatal.
En tanto, Stephanie, hermana del condenado, expresó su dolor durante el proceso, según consignó Washington Post.
“La certeza de que mi propio hermano es capaz de semejantes atrocidades es aterradora”, afirmó.