La menstruación es un momento de grandes molestias para la mayoría de las mujeres. Hay quienes se sienten “infladas como un globo” en este tiempo, y esa apreciación puede que no sea un mito.
Durante estos 3 a 7 días al mes que es lo que dura en promedio la regla, se tienden a aumentar de 2 a 3 kilos de una manera muy rápida. Pero no te preocupes que no eres la única, pues al menos el 70% de las féminas tienen este cambio en su cuerpo.
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La ginecóloga de la Clínica Cleveland, Monica Svets, explicó la causa de la hinchazón: “La aldosterona, hormona secretada por las glándulas suprarrenales, se incrementa en la fase folicular (días en los que se está menstruando), lo que conlleva a un aumento en la retención de líquidos”.
Es esta “retención de líquidos” lo que genera estos kilos de más, por eso es muy probable que se desvanezcan al terminar el período. Sin embargo, hay que tener cuidado porque hay otros factores que sí pueden hacerte engordar.
En este contexto, la revista Women’s Health señaló algunos motivos que influyen en el aumento de peso en el ciclo menstrual:
Las hormonas
Las hormonas (FSH, LH, estrógeno) alteran el apetito y el estado de ánimo, pueden también producir dolores de cabeza y variación en la frecuencia cardíaca. Si percibes síntomas fuera de lo normal y de manera frecuente, se recomienda asistir a una consulta médica.
Por su parte la progesterona aumenta a mitad de ciclo, por lo que se inflama el abdomen y crecen las glándulas mamarias. Asociado a esto, cumple con un efecto gastrointestinal que disminuye la movilidad del intestino, causando estreñimiento y el abultamiento del abdomen.
Los antojos
Previo y durante los días de sangrado es muy común tener la necesidad de comer alimentos altos en azúcar, siendo el chocolate uno de los predilectos para consentir el paladar y restar de alguna forma las incomodidades. Hay quienes prefieren ingerir comida rápida dejando atrás una dieta saludable. Este descontrol será el culpable de que el número que arroje la báscula vaya creciendo.
Sin ánimo de ejercicios
El malestar general sumado al constante cambio de humor entorpece la iniciativa para realizar ejercicios, muchas desean estar en la cama todo el día. Las que poseen un sangrado excesivo son más propensas a sentirse agotadas.
Aunque los analgésicos hagan desaparecer el dolor, es aconsejable realizar una actividad física para aliviar y prevenir la dismenorrea.
No abusar de la cafeína
La medicina asegura que no se deben tomar más de seis tazas de café diarias. Pese a que esta es la principal señalada, la variedad de bebidas altas en cafeínas como el refresco también inciden en la inflamación y la abundancia de gases por su consumo excesivo.
Es recomendable beber al menos 8 vasos de agua al día, la cual beneficiará a tu cuerpo mejorando tu hábito gastrointestinal y la fatiga.
