Hace unas semanas llamó la atención el caso de un hombre que había iniciado una batalla legal en Países Bajos para lograr rebajar su edad de 69 a 49 años, ya que según él así podría tener mejor éxito en Tinder, que es la aplicación de citas online. Los últimos días este caso ha salido nuevamente en los medios, pero para contar la verdadera historia tras este insólita demanda.

Recordemos que según lo consignó el portal británico The Guardian, fue a principios de noviembre que el caso de Emile Ratelband se dio a conocer, ya que quería quitarse 20 años de manera legal: “Como tengo 69, estoy limitado. Si tengo 49 años, entonces puedo comprar una casa nueva, manejar un auto diferente”, contó este sujeto en aquella ocasión.

Claro que ahora el mismo portal publicó una nueva nota donde explica que Emile es en realidad un trol, o sea, sólo busca hacer conocidas sus demandas, no porque tenga reales intenciones de cumplirlos, sino más bien como una manera de llamar la atención.

En una nueva publicación de The Guardian, la periodista Ellie Mae O’Hagan entrega una serie de detalles que demuestran que no es primera vez que este tipo lleva sus demandas a tribunales. Claro que al revisar qué es lo que pide, es posible ver que no son temas serios.

Por ejemplo, en una ocasión llevó un caso a juicio en Holanda, donde buscaba bautizar a sus gemelos como Roll y Royce. La demanda fue rechazada. En 2003, quiso fundar un partido político llamado ‘The Ratelband List’, en el cual nadie se inscribió. Incluso, cuando Donald Trump fue electo presidente, escribió en Twitter que “es el primero que es honesto. Muestra su emoción en Twitter, diciendo a todos: ‘Cállate’. Es un nuevo tipo de persona”. ¿Cuál fue el resultado? Más de 51 mil personas lo empezaron a seguir en en la red social, ya que muchos lo consideraron como un ‘orador motivador’.

La gran discusión que se ha generado en torno a este caso, es que Emile ha incluido en su lucha por rebajar su edad a la lucha de género: “Podemos tomar nuestras propias decisiones si queremos cambiar nuestro nombre o si queremos cambiar nuestro género. Así que quiero cambiar mi edad”. Esto ha generado todo un debate en los Países Bajos, ya que la inclusión de los trans en sus demandas frívolas, ha cuestionado las demandas históricas por las que lucha la comunidad LGBTI.