La vida de Stephen Ringo, de 36 años, dio un tremendo giro luego de que su esposa le dijera una sola frase: que era muy obeso para tener sexo. Esto motivó a este oriundo de Tennessee, Estados Unidos, a realizar un cambio drástico en su cuerpo.

Stephen llegó a pesar 184 kilos, en un clara muestra de que no se preocupaba por su salud. De hecho, su dieta se basaba en dos Big Macs, dos porciones de papas fritas, dos botellas de bebidas gaseosas y 20 nuggets de pollo por día, y eso pensando sólo en el almuerzo. Mientras que para la cena, se satisfacía con dos pizzas medianas.

Según lo consignado por el portal británico The Sun, los complejos con su cuerpo, desencadenaron en su divorcio en 2016: “Lo peor de todo fue lo que me dijo ella en el momento de alejarse de mí. Creía que yo era muy obeso para tener sexo”, comentó este hombre.

“Es justo decir que mi peso arruinó mi matrimonio, fue el principal factor. Mi relación con mi exesposa se deterioró cuando comencé a aumentar de peso. Estaba deprimido, mi peso hizo que mi vida sexual cayera al suelo”, agregó Ringo, antes de iniciar una vida completamente nueva.

Stephen Ringo | SWNS.COM
Stephen Ringo | SWNS.COM

Tras su separación, en octubre de 2016 empezó a controlar su adicción a la comida chatarra y comenzó a levantar pesas, tal como lo hacía en su juventud. Debido a su tremendo exceso de kilos, su nueva rutina no fue para nada fácil. Pese a todo, empezó a ir todos los días a un centro deportivo y a practicar ayuno intermitente.

Esta combinación provocó que en cerca de dos años, Stephen perdiera alrededor de 101 kilos: “Cuando volví al gimnasio me sentí disgustado conmigo mismo, ya que solamente podía levantar 79 kilos, mi marca en la adolescencia. Ahora puedo decir con orgullo que establecí un registro de 151 y no voy a bajar de eso”, comentó este hombre que ahora pesa cerca de 83 kilos.

[GaleriaNuevaP7 id=169]

Pese a los evidentes cambios físicos, el giro más importante que dio Stephen en su vida fue en su personalidad, dejando atrás la depresión, por ejemplo. Además, luego de alcanzar sus metas, este exlevantador de pesas comentó que si hubiese sido un mejor esposo, pudo incluso haber salvado su matrimonio.

Es por esto que a la fecha, Ringo aún no se ha animado a salir con alguien o conseguir una nueva pareja: “No me siento preparado para tener una cita, pero creo que seré una mejor pareja en el futuro. Soy mucho más feliz conmigo mismo y creo que eso marcará una gran diferencia”, concluyó.