Todos deberían ser capaces de cumplir su último deseo antes de morir. Así lo pensó un paciente con cáncer terminal cuyo deseo final era casarse con la madre de sus hijos.

Ash Hunter y su pareja Renae se comprometieron hace tres años, pero con el nacimiento de sus hijos Hanna (2 años), Jai (1 año) y Jacob (9 meses), decidieron posponer su boda en varias oportunidades.

Sin embargo, cuando Ash recibió el devastador diagnóstico de cáncer linfático, sin pensarlo simplemente se dispuso a hacer de Renae, su esposa.

Como la salud del joven padre seguía disminuyendo, la familia ideó una particular iniciativa en la plataforma GoFundMe, para solicitar ayuda con los costos de la ceremonia.

Paralelamente Hunter, participó de un ensayo clínico con medicamentos experimentales, que causaron un extraño efecto secundario que llenó de líquido sus pulmones, lo que finalmente lo obligó a dejar las drogas, haciendo que la enfermedad avanzara agresivamente.

Los médicos tratantes se reunieron con la pareja para informarle que no había mucho tiempo, así que con la ayuda de la clínica y una iglesia cercana, cumplió su anhelo y se casó 4 horas más tarde con la mujer de sus sueños, en los jardines del recinto hospitalario.

En una ceremonia muy íntima y con la presencia de sus hijos, amigos y familiares, se logró poner de pie ante el altar, y ayudado de un respirador pudo jurarle amor eterno a la madre de sus hijos, el pasado 5 de agosto.

Renae Hunter/ Facebook
Renae Hunter/ Facebook

El hombre murió tres días después, rodeado de su familia. “Su último deseo era estar casado y estábamos tan felices que al menos podíamos hacer eso”, dijo Renae Hunter al medio australiano Daily Mail.

“Era un hombre extraordinario, un compañero y padre, que sólo vivía para sus hijos. Nuestras vidas nunca volverán a ser iguales. Estamos destrozados más allá de la fe”, señaló la esposa, quien esta embarazada de 5 meses.

Renae Hunter/ Facebook
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