Una joven de 17 años que parecía estar a punto de dar a luz, albergó en su organismo un tumor mucho más grande que un bebé recién nacido.
Los doctores creyeron que Olivia Key, de 17 años, estaba embarazada cuando llegó al hospital con fuertes dolores en el estómago. Pero el supuesto bebé no resultó ser más que un tumor cancerígeno en sus ovarios, y que pesaba cerca de 8 kilos.
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Olivia, oriunda de la ciudad de Hull, Inglaterra, señaló que la primera vez que notó que tenía su vientre un poco hinchado fue en el verano de 2013, pero no se preocupó hasta que comenzó a sentir a diario intensos dolores en esa zona.
Como era de esperarse, los médicos que la atendieron cuando llegó al hospital, pensaron que estaba embarazada, pese a que ella aseguraba que no era así. “Tener una barriga abultada hizo que mucha gente pensara que estaba esperando un bebé, pero no. Me hice exámenes de sangre y orina, para ver si tenía apendicitis e incluso descartar que estuviera embarazada, pese a que yo sabía que no“, señaló la joven de 17 años al medio inglés The Sun.
La adolescente también se sometió a una prueba de scanner, y fueron esas imágenes las que revelaron el verdadero problema de Olivia, en noviembre de 2014.
“Cuando los doctores vieron las imágenes, sólo dijeron “guau”. Estaban realmente horrorizados sobre el tamaño. Era como una sandía, todos estaban sorprendidos de que pudiera tener algo tan grande en mi estómago“, contó la joven.
Olivia comentó que cuando le dijeron que se trataba de un tumor cancerígeno, se asustó, pues pensó que en cualquier momento podía reventar y que el cáncer se esparciría por todo su cuerpo.
Afortunadamente, los cirujanos que la atendieron lograron remover el tumor de 30 centímetros, evitando que se propagara hacia otras zonas de su cuerpo, y la joven pudo estar de vuelta en su casa para la Navidad.
Semanas después de la operación, Olivia volvió a estar en forma e incluso realizó una caminata de 11 kilómetros. Una recuperación milagrosa, señaló la misma joven.
“Cuando me dijeron que el cáncer no volvería, fue increíble. Fue como si el peor momento de mi vida se convirtiera inmediatamente en el mejor“,
En tanto, el cirujano que atendió a la adolescente, el Dr. Richard Hutson, señala al mismo medio que gracias a que el quiste no se filtró, pudo ser removido íntegramente sin dañar otros órganos. “Contenía cerca de 4 litros de fluidos que tuvieron que drenarse antes de removerlo“, detalló.
Asimismo, reveló que el tumor no afectó la fertilidad de Olivia, por lo que está en igualdad de condiciones que cualquier otra mujer sana para cuando desee tener familia.
