Leo Méndez confesó lo más difícil de su recuperación: “Pensar que no merezco reír y ser feliz”

Leo Méndez Jr. enfrentó en los últimos meses una delicada situación médica que lo mantuvo varias semanas internado en una clínica de Suecia.

Todo comenzó después de someterse a una cirugía en la que le extirparon una parte importante de su pulmón izquierdo.

Sin embargo, el panorama se complicó cuando desarrolló una grave infección, lo que obligó a su regreso de urgencia al recinto médico.

Recientemente, un seguidor le consultó en Instagram cómo avanza su recuperación, y el hijo del cantante nacional entregó un honesto relato.

“Mi recuperación física, lo que ha sido después de mi operación pulmonar y las complicaciones que tuvo después ha ido bien. Lento, pero bien, hoy en día ya puedo respirar con total normalidad”, explicó.

En esa línea, agregó que puede moverse sin problemas, aunque todavía siente molestias al estornudar o bostezar. “Aun no siento muchas partes del pecho, pero es de esperar y parte del proceso me dijo la cirujana”, señaló.

No obstante, reconoció que lo más difícil ha sido el aspecto emocional.

“Lo que no ha ido bien ha sido mi parte psicológica. Sin duda ha sido un viaje súper difícil que tiene aún sus altos y bajos. Ciertos días son más fáciles que otros”.

Méndez Jr. relató que incluso situaciones cotidianas, como la comida, se han transformado en un desafío.

“Tengo hambre, pero me cuesta un montón ingerir comida sin pensar lo gordo que me siento o los kilos/gramos que subiré luego. Pensar que no merezco comer, al igual que no merezco reír y ser feliz”, expresó.

En medio de esa lucha, destacó el rol de su familia. “Abrazo fuerte los días que son más fáciles porque aprovecho de ver a mi sobrino y compartir con mis hermanas. Para mí esos momentos son mis más preciados, porque muy al fondo me cuesta un montón lograr al final del día psíquicamente”, comentó.

Asimismo, abordó el dolor que le han generado críticas y acusaciones en redes sociales.

“También yo ser acusado de drogadicto. Que haya puesto en duda mi amor y el ejemplo que le doy a mi sobrino por derrame ha sido devastador”, afirmó.

Finalmente, compartió el mensaje con el que enfrenta cada jornada: “Cada noche, antes de dormir me repito en silencio: ‘Yo no soy mi diagnóstico. Mañana estaré ahí, presente. Mi familia me necesita. Mi añoranza de vida, siempre estará para ayudar a mi hermana o a cualquiera de mi familia’”.