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Estefanía Gutiérrez, madre del pequeño Tomás Bravo, fallecido hace ya tres años, compartió una triste información en sus redes sociales.
Mediante sus stories de Instagram informó de la trágica muerte de una de las mascotas que tenía su hijo.
"A los que me siguen desde hace tiempo, sabrán lo que significaba para nosotros Lucrecia (Lu). Era la regalona de mi bebé y la última gatita que nos quedaba de él", comenzó escribiendo, junto a una imagen de Tomasito y la felina.
"Lamentablemente, hoy la atropellaron. Me duele el alma", agregó.
Asimismo, indicó: "Mi bella Lu, te extrañaremos mucho. Gracias por todo. Hoy llegas al cielo a jugar con mi niño".

Además, y en su cuenta de Facebook, Estefanía Gutiérrez compartió una profunda reflexión en torno a la muerte de su hijo, hecho que aún es investigado por las autoridades.
"Me di cuenta de que he madurado bastante en todo este proceso, que no soy la cuarta parte de lo que fui ayer", señaló.
"Cuando me di cuenta de que cambié, fue el día en que tuve que ignorar y olvidar muchas cosas. Compartir y escuchar a quienes un día me gritaron, sin conocerme, perra y mala madre afuera de mi casa, en el momento en que se me cayó el mundo", agregó.
Tras esto, confesó que "con el tiempo nos volvimos a encontrar cara a cara y en la misma situación, donde ellos se acercaron a mí para pedirme ayuda. Sabiendo quiénes eran, los escuché, y me uní a ellos para gritar, juntos, justicia, olvidando el pasado".
Asimismo, planteó que "nunca he sido cínica, porque algo que me caracteriza es ser frontal y alejarme de la gente que no me suma. Simplemente ignoré. Porque jamás me negaría a ayudar a alguien que lo está pasando tan mal al igual que yo".
"No me pongo en el lugar de ellos, estoy en el lugar de ellos. A eso le llamo empatía, algo que les falta a muchos", añadió.
Por último, sostuvo que "cambie en muchas cosas, pero a pesar de todo lo malo, agradezco a Dios por no convertirme en la misma miseria de quienes un día me dañaron. La vida es muy frágil y el mundo da tantas vueltas".
"No es bueno dañar de la nada, no es bueno meterse en la vida de los demás sin saber, no es bueno reírse o admirarse del resto, ni juzgar a los demás. El mundo, cuando quiere ser cruel, no hace excepciones con nadie", sentenció.