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En su más reciente emisión, Viajando Ando se trasladó hasta Londres para seguir los pasos de una de las figuras más queridas del Reino Unido: Diana de Gales.
En el cuarto capítulo de esta quinta temporada, Dani Urrizola y César Norambuena documentaron el recorrido por los rincones más icónicos —y también los más ocultos— asociados al legado de Lady Di, incluyendo un hallazgo que sorprende por su sencillez y su historia: un pequeño café restaurant donde la princesa solía pasar a desayunar.
"Estamos buscando la ruta de Diana, y dentro de los memoriales de Kensington nos encontramos con este café que está justo cruzando la calle del palacio", comentó Dani.
El lugar, llamado Café Restaurant Diana, está ubicado en la calle 5 Wellington, en Londres, y lleva literalmente el nombre de la princesa, pues se encuentra al lado opuesto de los jardines del Palacio de Kensington, donde Lady Di vivió junto a sus hijos.

Este café conserva intacta la estética de los años 80 y se ha transformado en un punto de peregrinación para los seguidores de Diana.
"Es como entrar literal a otra época, todo se mantiene igual. Está la mesa donde ella se sentaba, y las paredes llenas de fotos de ella con los niños", señaló la conductora de Viajando Ando.
Según contaron los dueños —una familia de origen árabe que mantiene el lugar desde su apertura—, Diana pasaba a comprar su croissant y su café, y en ocasiones llevaba a los príncipes Harry y William a desayunar o comer algún pastel.
Durante su visita, Dani probó una de las preparaciones más recordadas por los trabajadores del local: una bebida que no aparece en la carta y que era una de las favoritas de la princesa.
"Era como una 7Up con menta, limón y cedrón. Te mueres lo rica que era", relató, y añadió: "Deberían empezar a mezclar eso en todos lados, porque está muy buena".
El Café Restaurant Diana mantiene un ambiente íntimo y local, con precios accesibles pese a su ubicación privilegiada frente al Palacio de Kensington.
"Es un lugar de barrio, muy sencillo, y eso era justamente lo que a Diana le gustaba: mezclarse con la gente común, sin guardias ni protocolos", explicó Dani Urrizola.
El episodio también retrató otros rincones simbólicos de la ciudad vinculados a la princesa, además de curiosidades sobre la realeza británica y la vida cotidiana londinense.