Ernesto Belloni no lo pasó nada de bien en su último paso por un escenario. Y es que en el Festival de Iquique alcanzó a estar solo cerca de 15 minutos intentando hacer reír a los presentes.

Según algunos registros que circulan por la web, Belloni personificó a su popular personaje ‘Che Copete’, y en una de sus intervenciones intentó imitar a un intérprete de señas mientras el animador el evento presentaba al cantante José Luis Rodríguez.

Al parecer algunos gestos obscenos y otros elementos de su rutina, que algunos presentes consideraron “añeja”, le pasó la cuenta y decidió acortar su show a solo 15 minutos para luego abandonar el escenario.

Y este lunes en el matinal Bienvenidos, el comediante realizó sus descargos y reflexionó tras su fallido paso por el evento del norte.

Belloni aseguró que desde antes que él subiera al escenario, ya sentía que algo no andaba bien. “Yo noté en Iquique que de antes de salir ya había una reprobación a que yo estuviera ahí. Yo estaba en una escalera al costado y se escuchaba el ‘que se vaya’. Yo tenía una rutina que tenía que ser de 35 a 40 minutos y la hice en 15, la pagué“, explicó vía telefónica al espacio.

Eso sí, Ernesto indicó que cuando salió por la noche esa misma jornada, tuvo un encuentro con jóvenes que asistieron al evento, quienes le habrían explicado lo que pasó.

Después del show yo salí a comer en la noche y pasaban los cabros y me decían ‘don Ernesto, no es culpa suya. Mis papás se matan de la risa con usted pero nosotros no queremos reírnos, queremos soluciones. No queremos que nos vean muertos de la risa y el lunes en una manifestación’. A mí me llamó mucho la atención esto que me dijeron, de que no están los momentos para reírse”, detalló.

Asimismo, señaló que tampoco pudo hacer mucho para revertir la compleja situación que vivió sobre el escenario, pues ni siquiera querían escuchar la rutina que tenía preparada.

“Si tú estás haciendo una rutina que no le está gustando a la gente, obviamente que es culpa tuya, pero por eso usas planes b que no fallan. Pero cuando tú entras y ya hay un rechazo, antes que comiences la rutina, es difícil revertir”, sinceró.

Respecto a las dudas sobre si acaso la reacción del público pudo haber pasado porque esperaban al plato fuerte de la noche, la banda argentina Miranda!, el humorista aseguró que “la gente estaba dese las 19:30 esperando y yo salí a las 23:30”.

“Si uno es gracioso, la gente se entretiene y la espera pasa, pero en mi caso el rechazo fue de antes y la gente ya no quiere humor. El humorista es un relleno en estos festivales, no es el número principal, son las bandas como Miranda! y Américo, en este caso”, agregó.

Pese a su mal momento en este certamen, se mostró confiado en su rutina para el Festival de Viña del Mar, la que no tiene nada que ver con lo que ha presentado en estos eventos populares.

“Yo estoy preparando algo que sea un aporte para las demandas de la gente, mostrarle a las mujeres que nosotros hemos cambiado, que hemos escuchado sus mensajes, estamos trabajando otro concepto. Mi humor no pasa por una rutina política o machista, yo apoyo y legitimizo las demandas sociales pero mi humor no se basa solo en eso. Yo ya no tengo mujeres en mis rutinas, tampoco televisión, ni nada. La gente quiere un humor con más contenido”.

Por último, aseguró que en los festivales locales, el público es tan masivo y diverso que es difícil controlarlo, no así cuando trabaja para casinos o en teatro, que es más de nicho. No obstante, para él estas experiencias confirman que “hay un cambio radical en el humor y que se está evidenciando en estos festivales masivos“.

Yo voy a viña como guerrero. En la vida hay que saber pararse, yo le digo a los humoristas que no se desesperen, si bien es una desilusión tampoco es para morirse“, finalizó.