Este domingo, Canal 13 emitió un capítulo estreno de Contra Viento y Marea, el que mostró el complejo caso de una pareja compuesta por Raúl y Bárbara, que han vivido difíciles episodios familiares.
El más delicado de ellos tenía relación con el papá de la novia, quien la traicionó de la peor manera. Esto porque él le quitó 800 mil pesos que tenían guardados los novios para el matrimonio y para comprar la casa propia.
También puedes leer
Sin embargo, no fue la única historia que se conoció de la pareja, ya que el novio cargaba una delicada historia familiar, que emocionó a Francisco Saavedra. Raúl confesó que fue adicto al alcohol y a las drogas, consumo que comenzó a los 15 años.
“Me sentía feo, tenía el autoestima muy bajo, por eso empecé a consumir, para evadir mi realidad. Estuve 7 u 8 años y me interné porque no podía más. No podía salir solo”, contó el novio, quien llegó a vender un celular que le costó 100 mil pesos, a sólo 5 mil, para seguir consumiendo.
“Me sentía distante de mi familia, no quería que me vieran. Un día me pelié con mi mamá y me fui a caminar, llegué a una iglesia y me puse a orar. No quería más guerra, más sufrimiento. Me hice daño, no quería continuar con mi vida“, fue el fuerte relato del joven, que sorprendió a Pancho Saavedra.
Tras entrar a rehabilitación, otra trágica experiencia con las drogas lo sacudió, pero esta vez afectó a su hermano mayor Juan Carlos, quien se quitó la vida, luego de sufrir una recaída en las drogas.
“Él me llamó cuando recayó, me dijo que él siempre me iba a cuidar, pasara lo que pasara. Me decía ‘quiero desaparecer, descansar, no quiero más’. Al día siguiente nos llama en la mañana y me dice ‘no voy a llegar a la casa, me estoy despidiendo, siempre te voy a cuidar y a guiar en todo lo que pueda’“, relató lo que le dijo su hermano.
Raúl narró que minutos después su madre lo llamó por teléfono, para decirle que su hermano había tenido un accidente fatal en el trabajo.
“Llegamos allá y no nos querían dejar entrar. Subí corriendo las escaleras y lo vi ahí en el piso. No pudimos conversar otra cosa y lo perdí por malas decisiones. La droga no es un juego, es muy fácil entrar en las drogas, pero salir es demasiado complejo (…) pero soy un testimonio vivo de que se puede”, cerró el joven que contó con el apoyo de su novia Bárbara en todo momento.
