Este lunes se llevará a cabo la gala final de bailarines de la tercera temporada de Rojo, evento en el que ya están instalados Bastián Retamal, Pía Weidmann y Jazz Torres.

Y es precisamente esta última, una de las favoritas del público, quien concentra la mayor parte de las miradas, debido a que siempre sorprende en cada una de sus presentaciones.

Torres fue la primera clasifica a la final, luego de una aplaudida presentación, que además fue alabada por el siempre difícil Neilas Katinas. “Es un sueño cumplido. Nunca imaginé llegar a estas instancias”, indicó hace unos días a nuestro medio, tras pasar a la instancia decisiva del programa.

Y otro de los deseos cumplidos de Jazz, serán sus rivales, ya que ella había afirmado que quería enfrentarse a Retamal y Weidmann. “Me gustaría llegar a la final con Bastián (Retamal), porque es una inspiración para mí, aunque también me gustaría llegar con la Pía, porque es versátil”, manifestó.

Y uno de los puntales del gran nivel que ha alcanzado la bailarina tiene nombre y apellido: Maura Rivera. La exparticipante del espacio de talentos es la coach de Jazz, transformándose en un tremendo apoyo en su participación en el programa.

jazz torres y maura rivera en rojo
Maura Rivera | Instagram

Ella me ha dado mucha contención. Además ve los shows desde afuera y me da consejos, está pendiente de detalles que se me pasan, por estar dentro de la coreografía. Está ahí observando, guiándome, diciéndome qué se podría mejorar”, dijo a Página 7 sobre su mentora.

La importancia de los coach en el rendimiento de cada uno de los concursantes es una opinión generalizada entre los participantes. ¿Por qué? Jazz lo explica, en su relación con Maura.

Nosotros pasamos por momentos de harto estrés, de cansancio mental y en eso ha sido un pilar fundamental. Sin ellos estaríamos más solitarios y por lo mismo han sido tan importante en este camino”, cerró Jazz.