VER RESUMEN
La estrella olímpica Simone Biles reveló sin filtros su difícil experiencia con la cirugía de aumento de busto realizada el 16 de junio, donde el intenso dolor la dejó casi inmovilizada y sorprendida por su aspecto postoperatorio. La gimnasta de 28 años explicó que la recuperación fue más dura de lo esperado, debido a que los implantes fueron colocados debajo del músculo. A pesar de su impacto emocional inicial al ver su nueva figura, Biles ahora se siente satisfecha con los resultados y está dispuesta a compartir detalles con sus seguidores, mientras se destaca en su regreso a la competencia olímpica.
La estrella olímpica Simone Biles decidió hablar sin filtro sobre la cirugía de aumento de busto a la que se sometió el pasado 16 de junio, experiencia que ella misma relata, no fue nada fácil.
A través de un video en TikTok, la gimnasta de 28 años contó que el dolor la dejó prácticamente inmovilizada y que, al principio, quedó impactada con cómo se veía su cuerpo tras la operación.
“Me operé el busto el 16 de junio”, partió relatando. “Todos ustedes mintieron, esta mie* duele demasiado. Su chica no podía moverse sola”reveló.
Según explicó, la recuperación fue mucho más dura de lo que le habían dicho otras personas que pasaron por lo mismo. “Me tomé las dos semanas completas y me alegro de haberlo hecho, porque mi recuperación fue dura”, admitió.
Biles detalló que le pusieron los implantes debajo del músculo, lo que habría influido en la intensidad del dolor.
Además, comentó que su contextura física jugó un rol importante: “Supongo que soy un poco más musculosa que la mayoría de las chicas que se operan, y que el hecho de que fuera bajo el músculo y todo el trabajo que implica, realmente golpeó a mi cuerpo”.
Instagram @simonebiles
Su esposo, el jugador de los Chicago Bears, Jonathan Owens, tuvo que ayudarla en todo: “El primer día, Jonathan tuvo que levantarme de la cama, literalmente levantarme de la cama y llevarme al baño”, recordó la gimnasta.
“Parecían de extraterrestre”: el susto de Simone Biles al mirarse al espejo
Más allá del dolor físico, Simone también vivió un fuerte impacto emocional al verse después de la cirugía. Contó que, al principio, la forma de sus pechos no la convencía para nada: “Los tenía casi en el cuello y me asusté, hablé con mi doctor”, dijo.
En ese momento, su reacción fue dramática: “Le dije: ‘Quítalos, tienen que ser más pequeños, parecen de extraterrestre’”. Sin embargo, con el paso de los días y a medida que el cuerpo fue desinflamándose, la percepción de Biles cambió. “Ahora están perfectos”, afirmó, mucho más tranquila.
La gimnasta también contó que estuvo un tiempo sin mostrar demasiado su figura, lo que encendió las especulaciones sobre una posible cirugía estética. Más tarde, compartió un video haciendo una voltereta en la cama elástica de su casa, donde habló de su “primer giro en un año” y bromeó con que tenía “nuevas cerezas”, una pista nada sutil sobre su operación.
Hoy, mientras disfruta de su exitoso regreso tras brillar en los Juegos Olímpicos de París 2024, Simone Biles está dispuesta a responder todas las dudas de sus 5,5 millones de seguidores sobre el procedimiento.
