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Durante el reality Mundos Opuestos, Ignacia Michelson reveló sus múltiples cirugías estéticas, incluyendo operaciones en pechos y glúteos, liposucciones, rellenos labiales y blanqueamientos. Confesó tener metacrilato en los glúteos, lamentando haberse puesto ese material. Reveló haber gastado más de 50 millones de pesos en procedimientos estéticos, financiados en parte por familiares y exparejas. Adicionalmente, alertó sobre la presión de los estándares de belleza en las redes sociales y su impacto en la salud mental de las adolescentes.
Durante la sección “Lo dije y qué” del reality Mundos Opuestos, emitido por Canal 13, Ignacia Michelson habló sin tapujos sobre las múltiples intervenciones que se ha realizado en su cuerpo.
“A los 15 años me operé las pechugas. En Chile se puede con autorización de los papás”, comenzó relatando la influencer.
Luego agregó: “No tenía nada, tenía traumas. Entonces fui al médico y me dijo: ‘¿Para qué vas a esperar los 18, si ya no te van a crecer?’”.
En esa línea, recordó que su padre se oponía a la operación, aunque finalmente su madre logró convencerlo. “No sé cómo lo hizo”, admitió la modelo, durante la dinámica conducida por Disley Ramos.
Más adelante, la chica reality continuó enumerando las cirugías que ha enfrentado con el paso de los años.
“Después me operé dos veces más las pechugas, también el cu…, muchísimas lipos, labios, y me hice blanqueamiento y rejuvenecimiento ahí abajo”, detalló sin filtros.
Captura Canal 13
Al referirse a las intervenciones de las que se arrepiente, Michelson fue enfática: “Ya deben saber, pero tengo metacril en el poto, que es como aceite de avión. Es lo peor que uno se puede poner. Sufro hasta el día de hoy con eso. En cualquier momento puede migrar a los órganos y chao”, advirtió.
En otro momento de la conversación, reconoció que ha gastado más de 50 millones de pesos en procedimientos estéticos.
“No todas las pagué yo. Muchas las pagó mi papá y otras unos pololitos que tuve. Les decía: ‘Ay, mi amor, quiero una lipo’, y ellos me llevaban. No se las pedía yo. Y después terminaba y disfrutaba otro”, contó entre risas.
Finalmente, reflexionó sobre los estándares de belleza actuales.
“Recién ahora siento que estamos volviendo a lo natural. Pero hace un tiempo había un estándar marcado y todas nos operábamos iguales: labios, perfilamiento, pómulos. Hubo un tiempo en que yo parecía un monstruo, y me arrepentí de eso”.
Antes de cerrar, Michelson lanzó una advertencia sobre los efectos de las redes sociales.
“Las adolescentes ahora tienen mucha dismorfia corporal y muchos trastornos alimenticios por tratar de encajar en patrones de belleza”, concluyó.
