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El comediante Ernesto Belloni expresó su interés en trabajar con la influencer Naya Fácil, destacando su personalidad atractiva y proponiendo colaborar juntos en escenarios de carpas de circo. Belloni anunció su proceso de reinvención artística, alejándose de sus antiguos shows con vedettes y adaptándose a los nuevos límites del humor actual. Criticó a la "generación de cristal" por imponer restricciones al humor, destacando que el público adulto sigue disfrutando de la picardía en sus presentaciones.
Ernesto Belloni, el comediante detrás del recordado Che Copete, sorprendió al revelar que le gustaría trabajar con Naya Fácil.
En conversación con Alfombra Roja, el comediante sinceró que encuentra que la joven influencer tiene “una personalidad atractiva” y que su presencia en carpas y giras veraniegas sería todo un éxito.
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"Hace tiempo estoy con la idea de que la Naya trabaje conmigo, sobre todo para trabajar en escenario, como son las carpas de circo que yo hago más en primavera y verano", comentó.
Sobre esta idea, Belloni precisó que no ha tenido el honor de conocerla aún, pero que pronto le gustaría "hablar con ella para gestionar un espectáculo”.
Ernesto Belloni criticó a la "generación de cristal"
En la entrevista, el comediante también adelantó que está en pleno proceso de reinvención, apostando por montajes más elegantes, alejándose de sus shows antiguos donde había vedettes.
“Yo entendí el mensaje de las mujeres. Hoy trabajo con varias como actrices o bailarinas. Ya no existe ese manoseo antiguo ni el sacarles la ropa interior", precisó.
"Pero la picardía sigue, porque eso es parte del ADN del Che Copete”, recalcó.
En eso, Belloni también aprovechó la entrevista para referirse a lo que denomina como “generación de cristal”.
“Por un momento nos secuestraron. Querían cambiar hasta el idioma ¡una estupidez! Hoy la gente está cansada de eso y quiere reírse como antes, sin tanta restricción”, afirmó.
En esa línea, el comediante defendió que el humor más pícaro aún tiene un público fiel, pero que ahora hay nuevos límites.
“El público igual quiere y me pide picardía, por eso los textos son con harto de eso, con algo de garabatos y con bromas de ahora”, explicó.
“Si voy a un festival familiar, obvio que me cuido. Pero si el público es adulto, tengo derecho a hacer mi humor como siempre lo he hecho. No se trata de agredir al público, se trata de reírse y de saber a lo que voy”, agregó.
