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José Miguel Villouta reapareció en televisión en una entrevista para Primer Plano en la que reveló su precaria situación económica. Desde la casa de su madre en Los Vilos, Coquimbo, el comunicador reflexionó sobre su presente, destacando su seguridad actual y su reencuentro con su padre. Además, sorprendió al revelar que lleva 8 años sin trabajar ni tener sexo, situación que lo ha llevado a replantear su vida. Villouta confesó que están en dificultades económicas y que incluso podrían tener que vender la casa.
Durante la noche de este domingo, José Miguel Villouta reapareció en televisión tras dar una extensa entrevista a Primer Plano.
En diálogo con un equipo del programa de Chilevisión, el comunicador dio a conocer su precaria situación económica.
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En la casa de su madre, ubicada en Los Vilos, región de Coquimbo, el expanelista de Intrusos entregó una llamativa reflexión en medio de su complejo presente.
“Cuando era famoso y tenía buen forro, no sé si lo pasaba tan bien. No sé si tenía seguridad en mí mismo como la tengo ahora, por ejemplo, no habría tenido la seguridad de haberte dado una entrevista así”, sostuvo, en referencia a su descuidada apariencia.
Sumado a esto, mencionó que “estoy mal económicamente, pero tengo dos manos y en estos momentos estoy viviendo el momento más ‘cool’ de mi vida”.
¿Qué dijo José Miguel Villouta sobre su presente lejos de la TV?
Acto seguido, el expresentador de Vía X reveló una insólita repercusión de su salida de la televisión en su propia vida personal.
“No solo dejé de trabajar hace 8 años (…) dejé de tener sexo hace 8 años, de verdad”, lanzó.
“O sea, todos mis 40 años sin trabajo y sin sexo, yo sé que suena hue…, pero no es hue… (…) me sirvió primero para entender dónde estaba, segundo, me sirvió para reencontrarme con mi padre”.
Junto a lo anterior, el locutor radial detalló que “cuando yo llegué para acá (Los Vilos), mi viejo estaba perdiendo la conciencia y estaba perdiendo la movilidad”.
“Yo podría haber vuelto, pero tampoco podría dejar a mi vieja de 70 años con mi padre, acá (…) todos los días pasaba algo distinto, pues mi viejo empezó a perder la cordura”, afirmó.
“Ha sido duro, pero uno aprende, si la vida es dura, y siento que fue al revés, yo creo que fueron más duros los años cuando la vida era cómoda”, aseguró.
Por último, José Miguel Villouta confesó que “estamos mal económicamente en el sentido que esta casa, que es un paraíso, la tenemos que vender y nos tenemos que ir”.
“Para mí es heavy porque si yo ganara un millón de pesos, nos podríamos quedar”, concluyó.
