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Kika Silva desmintió rumores de separación con Gonzalo Valenzuela y negó la infidelidad a través de sus redes sociales. Ahora, en una entrevista con la Revista Atrévete, la influencer confesó que los comentarios afectan su estado emocional, especialmente tras la difusión de un antiguo video policial de su esposo. Silva reflexionó sobre el impacto de los mensajes negativos en personas públicas, destacando la importancia del respeto y la consideración hacia todos, independientemente de su exposición mediática.
Hace algunos días, Kika Silva reaccionó con molestia ante una serie de rumores que circularon, apuntando a una supuesta ruptura con su esposo, Gonzalo Valenzuela.
La ex reina del Festival de Viña del Mar no dudó en desmentir la información a través de sus redes sociales, donde también negó cualquier infidelidad por parte del actor.
"Solo decirles que no es cierto que nos separamos, que no es cierto que descubrí una infidelidad gracias a ellos", afirmó en una historia de Instagram.
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Ahora, en conversación con la Revista Atrévete, la comunicadora se refirió a distintos aspectos de su vida personal, incluyendo la relación que mantiene con el jurado del programa Mi Nombre Es.
En ese contexto, reconoció que ciertos comentarios afectan su estado emocional.
"Yo soy una persona muy sensible, y a veces esas palabras duelen más de lo que se imaginan… Con el tiempo, uno va aprendiendo, recibe consejos de colegas y desarrolla herramientas para sobrellevarlo, pero nunca deja de ser un proceso difícil".
La influencer también abordó el revuelo mediático que se generó tras la difusión de un antiguo video de Valenzuela, donde aparece en un procedimiento policial por alcotest.
"Estar casada con Gonzalo, y que ambos tengamos una exposición pública, nos ha enfrentado a momentos duros, como cuando resurgen videos antiguos que abren heridas", señaló.
Kika Silva lamentó mensajes negativos que recibe por su relación con Gonzalo Valenzuela
Finalmente, Kika Silva reflexionó sobre el impacto que pueden tener los mensajes negativos en quienes están expuestos públicamente.
"A veces la gente no dimensiona el daño que puede provocar un comentario negativo. Piensan que por ser conocidos debemos aceptarlo todo, pero detrás hay personas, familias, hijos, relaciones y entornos que también sufren", aseguró.
"No se trata solo de aguantar, sino de visibilizar que las palabras importan, y que todos merecemos respeto, estemos o no frente a una cámara", concluyó.



