15 diciembre 2025 | 11:23
Resumen automático generado con Inteligencia Artificial La muerte de Rob Reiner, a los 78 años, en su hogar de Los Ángeles junto a su esposa, conduce a una investigación de "aparente homicidio". Reconocido por su contribución al cine comercial estadounidense, Reiner dejó un legado con películas como "Cuenta conmigo" y "Cuando Harry conoció a Sally". Hijo de figuras del espectáculo, se destacó por su versatilidad como actor, director y productor, pasando de la televisión a dirigir cultos como "This Is Spinal Tap". Su compromiso político y sus éxitos en la industria cinematográfica marcan su legado en Hollywood.
La muerte de Rob Reiner, confirmada este lunes a los 78 años, remeció a la industria cinematográfica, y reabrió el repaso por una de las trayectorias más influyentes del cine comercial estadounidense.
Hasta ahora, las autoridades manejan el caso como un “aparente homicidio”, luego de acudir al lugar tras una solicitud de asistencia médica.
Más allá de las circunstancias de su fallecimiento, el nombre de Rob Reiner quedó inscrito como uno de los grandes narradores del Hollywood moderno, gracias a una filmografía que cruzó la comedia, el drama, el cine político y los relatos de iniciación, destacó el diario El País.
Títulos como Cuenta conmigo, La princesa prometida, Cuando Harry conoció a Sally y Algunos hombres buenos consolidaron su prestigio, y lo posicionaron como un director capaz de conectar con el público masivo sin renunciar a una identidad autoral clara.
Rob Reiner de la televisión al cine de culto
Robert Reiner nació en 1947 en el Bronx, Nueva York, en un entorno marcado por el espectáculo.
Fue hijo del reconocido comediante Carl Reiner y de la actriz y cantante Estelle Lebost, lo que influyó tempranamente en su vocación artística.
El director alcanzó notoriedad como actor al interpretar al torpe yerno Michael “Meathead” Stivic en la emblemática serie All in the Family, un rol que lo convirtió en rostro habitual de la televisión estadounidense.
En 1984 dio un giro decisivo al debutar como director con This Is Spinal Tap, una sátira musical que inauguró el formato mockumentary y terminó convertida en película de culto.
En ella, Reiner también encarnó al ficticio documentalista Marty Di Bergi, siguiendo a la inexistente banda británica de heavy metal Spinal Tap en una fallida gira por Estados Unidos.
Décadas más tarde, ese universo volvió a cobrar vida con Spinal Tap II: El final continúa, estrenada este año y convertida, de forma inesperada, en el último proyecto que dirigió.
Éxitos, romances y compromiso político
Tras ese debut, Reiner encadenó una serie de éxitos. En Cuenta conmigo (1986) adaptó un relato de Stephen King sobre cuatro niños que buscan el cuerpo de un menor desaparecido en Maine, mientras que en La princesa prometida (1987) trasladó al cine la novela de William Goldman, combinando fantasía, humor y romance.
Uno de sus mayores hitos llegó con Cuando Harry conoció a Sally (1989), comedia romántica que redefinió el género y que marcó también su vida personal.
Durante ese rodaje conoció a Michele Singer, con quien se casó ese mismo año, y formó una familia de tres hijos. Antes, había estado casado con Penny Marshall, actriz y directora, entre 1971 y 1981.
En sus últimos años, Reiner alternó comedias románticas con cine político e histórico, reflejo de su fuerte compromiso cívico y sus convicciones demócratas.
