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Un nuevo video, recientemente revelado, podría cambiar el rumbo de la investigación sobre la desaparición de la concejala de Villa Alegre, María Ignacia González. En las imágenes se muestra un vehículo similar al de la autoridad comunal circulando a alta velocidad por una calle del Maule, sin respetar una señal de tránsito y con las luces apagadas. Según sus hijas, Javiera y Camila, este registro ha alterado su perspectiva sobre lo sucedido, fortaleciendo la teoría de un secuestro organizado con posibilidad de homicidio. Las jóvenes aseguran que su madre no conducía el automóvil en cuestión, basándose en detalles como el sonido al pasar un obstáculo y la ausencia de cámaras que capturen al conductor.
A casi cinco meses de que se reportó a la concejala de Villa Alegre, María Ignacia González, como desaparecida, un nuevo registro podría marcar un antes y un después en la investigación.
El video, recientemente difundido, muestra un vehículo que coincidiría con el de la autoridad comunal desplazándose a gran velocidad por una calle de la Región del Maule, sin respetar un lomo de toro e, incluso, con las luces apagadas.
Según contaron sus hijas Javiera y Camila en el programa La Tarde es Nuestra, las imágenes cambiaron por completo su perspectiva sobre lo ocurrido la madrugada del 15 de junio.
“Al ver esta imagen fue muy decisorio en nuestra perspectiva de cómo habíamos planteado esto. No sabíamos si era asalto o secuestro. En este video no se nota tanto, pero el vehículo va solo con las luces neblineras, en otros se ve que va con las luces apagadas”, explicó Javiera.
La grabación también registraría un fuerte ruido tras pasar el lomo de toro, hecho que llamó la atención de un vecino: “Fue ese ruido el que lo motivó a acercarse a la ventana, a asomarse, para ver qué pasaba y que no le fueran a chocar el auto”, añadió la joven.
Luego, el testigo habría visto el vehículo subirse a la berma, retroceder y continuar su camino.
Captura Canal 13
Nuevas pistas cambian el rumbo del caso de concejala desaparecida
Para las hijas de la concejala, estos detalles refuerzan su convicción de que su madre no conducía el automóvil. “Nos damos cuenta que no era ella, sobre todo porque no hay una cámara que enfoque al vehículo y quién se pueda subir o bajar de él”, dijo Javiera.
Camila, en tanto, fue más allá: “Desde un principio mantenemos que esto fue un crimen organizado, un secuestro con eventual homicidio hacia nuestra madre. Mi mamá tenía un rol fiscalizador de forma constante; hubo denuncias hacia la administración anterior y también la actual. Relacionamos eso con la desaparición forzada de nuestra madre”.



