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El joven influencer y piloto, Ethan Guo, enfrenta complicaciones en la Antártica tras un aterrizaje de emergencia por problemas en su avioneta y la falta de recursos para abandonar el territorio. Guo asegura que la Fiscalía no considera la evidencia presentada, y relata una serie de eventos que lo llevaron a aterrizar en la base Marsh. Tras un proceso judicial, acordó pagar una suma y aceptar la prohibición de ingresar a Chile por tres años, pero aún no puede volar su avión, lo que ha generado una pérdida de peso significativa y problemas de salud.
El joven influencer y piloto de 19 años, identificado como Ethan Guo, continúa viviendo una compleja situación en la Antártica.
Según un comunicado emitido por sus abogados, su permanencia forzada en la zona se debe a un aterrizaje de emergencia, y a la falta de recursos para abandonar el territorio, lo que —aseguran— ha deteriorado gravemente su salud, consignó Meganoticias.
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Guo afirmó que la Fiscalía ha entregado “una narrativa parcial e incompleta” sobre lo ocurrido, basada en acusaciones iniciales “infundadas” y sin considerar la evidencia presentada por su defensa ante el Juzgado de Garantía de Punta Arenas.
El joven explicó que su destino final era Ushuaia, Argentina, tal como —dijo— y lo acreditan su plan de vuelo y los pagos realizados.
Sin embargo, una confusión con los permisos de vuelo llevó a que autoridades chilenas le sugirieran mantenerse en el aire sobre Tierra del Fuego hasta el amanecer, antes de dirigirse a Argentina.
Durante ese trayecto, enfrentó fallas en los instrumentos y una intensa formación de hielo no reportada sobre los Andes, lo que —según relata— generó un riesgo inminente de accidente.
Para evitarlo, desvió su ruta hacia el océano, donde sufrió problemas en el motor, y recibió autorización directa vía WhatsApp de un alto funcionario de la DGAC para aterrizar en la base Marsh.
Influencer varado en Antártica: habría perdido 20 kilos
Tras el aterrizaje, Ethan Guo comenzó un proceso judicial que, de acuerdo con sus abogados, se transformó en un “calvario legal” por la negativa del fiscal a reconocer las pruebas. Con arraigo nacional y sin recursos para trasladarse a Punta Arenas, Guo quedó alojado en la base Frei de la FACH en Antártica.
Cerca de un mes y medio después, logró una salida alternativa: pagar 30 mil dólares (unos $29 millones) a la Fundación Nuestros Hijos y aceptar la prohibición de ingresar a Chile por tres años.
No obstante, sus defensores denuncian que, pese a esta resolución, el gobierno no le permite volar su avión, lo que ha extendido su permanencia y le ha provocado una pérdida de 20 kilos y un diagnóstico de pericarditis (inflamación de la membrana externa del corazón).
El fiscal regional de Magallanes, Cristián Crisosto, aclaró que la donación debe concretarse en las 72 horas siguientes a su llegada al continente, y precisó que la avioneta no está incautada, aunque deberá pagar a la FACH por su guarda.



