Una decena de familiares llegó este jueves hasta el Aeropuerto Internacional de Santiago, con la esperanza de reencontrarse con 44 chilenos deportados de EE.UU.
El vuelo mantiene en vilo a los presentes, quienes aún desconocen si sus seres queridos están a bordo.
Entre los casos, figuran personas con visas vencidas e incluso algunas vinculadas a delitos cometidos en casas de lujo en territorio estadounidense.
Desde el Gobierno confirmaron a Radio Bío-Bío que cada situación será evaluada una vez que aterrice la nave, sin descartar que al menos tres personas queden detenidas y a disposición de la Policía de Investigaciones (PDI).
Sin embargo, la falta de información oficial ha generado indignación. “Si no fuera por la prensa de ustedes, no sabríamos nada”, indicó un padre que viajó desde Temuco. Su hija, detenida hace dos meses, no apareció en la lista inicial del vuelo.
También puedes leer
La crítica se extiende a las instituciones de ambos países. Familiares acusan que las notificaciones de deportación fueron confusas o inexistentes.
“Firmaron documentos, pero muchos no vienen en este vuelo. ¿Dónde están?“, cuestionó una mujer. Mientras tanto, la incertidumbre crece.
El mismo padre temucano reveló presuntos pagos forzados por llamadas carcelarias y traslados arbitrarios entre centros de detención. “¡Denme un apoyo! Mi hija es ciudadana chilena y merece respeto. No puede estar engrillada sin comida por un papel vencido”, indicó a La Radio.
Declaraciones de familias de los 44 chilenos deportados de EE.UU
Giselle Espinoza, sobrina de Yerko Aliaga, relató que su tío fue detenido en Miami pese a tener documentos vigentes.
“Lo arrestaron mientras trabajaba. Mostró su identificación, pero lo trasladaron a tres centros sin explicaciones“, afirmó. Según su versión, las redadas contra latinos se han intensificado. “Su novia confirmó que en el centro donde estaba había decenas en su misma situación”, expuso a RBB.
Aliaga, bailarín con cinco años de residencia legal, no enfrentaba cargos. “Nadie nos informó si viene en este vuelo. Asumimos por una llamada”, dijo Espinoza. Al consultar a Cancillería y la PDI, recibieron la misma respuesta: “Es información reservada“. La familia exige transparencia y se pregunta “¿por qué deportan a alguien que cumplía las reglas?”.
El caso de Yerko no es aislado. Su novia, radicada en Miami, alertó sobre detenciones masivas de latinos con estatus regular. “Pagábamos 100 dólares por seis minutos de llamada diarios. Es un negocio”, denunció Espinoza. Pese a las adversidades, mantienen la esperanza, porque “si no llamaba antes de las 9:10 AM, significaría que viene. Y no lo hizo”.
“Prefiero mil veces tenerlo aquí deportado”: el drama de las esposas
Marisol Campos, esposa de Natanael, espera con ansias en el aeropuerto. Su marido fue detenido en Alabama tras vencer su visa. “Lo agarraron sin piedad. Llevaba cuatro meses en una cárcel donde solo permitían visitas tras un vidrio“, contó.
Campos, nacida en EE.UU., criticó las condiciones del centro. “La comida era falsa. Extrañaba los sabores chilenos”, reveló.
Aunque lograron casarse en diciembre, el trámite de residencia de Natanael quedó trunco. “Las autoridades le ofrecieron asilo político, pero lo rechacé. Yo le dije, prefiero mil veces que te vengas aquí como deportado y no pedir asilo político“, explicó Marisol.
Pese a que él avisó anoche sobre su viaje, ninguna institución le corroboró los datos. “Traje documentos de nuestro matrimonio, pero la PDI no me da información”, lamentó.



