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Padre de chilena deportada denuncia que sigue detenida en EE.UU.: “Están jugando con nosotros”

Escrito por:   Marina Peñaloza

Padre de chilena deportada denuncia que sigue detenida en EE.UU.: “Están jugando con nosotros”

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Un vuelo con 44 chilenos deportados desde Estados Unidos arribará a Santiago este jueves, en medio de una política migratoria más rigurosa implementada por el país norteamericano. A pesar de que se esperaba que Catalina Torres se encontrara entre los deportados, su padre, Luis Torres, denunció que ella no abordó el avión a pesar de haber firmado su deportación, y sigue detenida en una cárcel de Luisiana. Luis expresó su indignación por la falta de información y apoyo por parte del Estado chileno, acusando a la diplomacia de tener miedo de enfrentarse a EE. UU. Además, criticó el sistema carcelario privatizado en aquel país y la situación de su hija, detenida por tener la visa vencida.

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Un vuelo con 44 chilenos deportados desde Estados Unidos está por llegar a Santiago este jueves, en el marco de una política migratoria más estricta implementada por ese país.

Según el Ministerio del Interior, los pasajeros fueron expulsados por “incumplimiento de la normativa legal estadounidense”. Sin embargo, uno de los nombres esperados en la lista no viajó.

Se trata de Catalina Torres, quien, según su padre, Luis Torres, debió abordar el avión tras firmar su deportación. Aun así, sigue detenida en una cárcel del estado de Luisiana.

“Por favor, cuéntennos qué está sucediendo. Yo estoy hablando con mi hija en directo desde el reclusorio de Ridsdale, en Luisiana”, afirmó Luis Torres desde el Aeropuerto de Santiago, según registros de Radio Bío Bío.

“El punto es que la Cata tenía que venirse, tenía todo firmado, su deportación, su pasaporte, su salvoconducto. Y no volvió por error. No la subieron al avión”, explicó.

Además, contó que su hija fue detenida hace dos meses por tener la visa vencida, y denunció que ha sufrido maltratos durante su reclusión. “Ella firmó todo para venirse. Están jugando con los detenidos chilenos”, dijo con indignación.

"Mi hija es una niña trabajadora, honesta. Tiene 32 años y lleva ya 10 años en Estados Unidos. ¿Por qué no se vino? Se los digo públicamente, ella se fue el 2014 a pasear. Iba y venía, y a nosotros se nos quemó la casa. ¿Qué hizo? Se puso a trabajar para ayudarnos”.

Agregó que "la situación se arrastró durante años, agravada por la pandemia. Cuando por fin Catalina decidió regresar y tenía todo en regla, fue detenida por agentes de inmigración".

Visiblemente afectado, acusó abandono por parte del Estado chileno: “La inoperancia del Consulado y la Cancillería me tiene enfermo. Me siento desamparado. Por favor, hagan algo concreto”.

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Luis explicó que ha obtenido más información a través de redes de amigos en el extranjero, que por los canales oficiales.

“¿Cómo puede ser que yo pueda hablar con mi hija por videollamada desde acá, y el consulado chileno no?”, cuestionó. “Me enteré por un amigo que tiene acceso al sistema. Yo pago 100 dólares a la semana para hablar 6 minutos al día con ella”.

También criticó la privatización del sistema carcelario en EE.UU.: “La cárcel gana 200 dólares por cada prisionero. Mientras más tiempo los retienen, más ganan. Todo esto es un negocio”.

Sobre la situación de su hija, explicó: “La ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas) la detuvo cuando iba saliendo de la casa a trabajar. Ella tiene licencia, documentos, todo en regla, pero su visa estaba vencida. ¿Cómo un país del primer mundo no puede ver eso en un computador?”.

Luis no ocultó su frustración diciendo que "esto no fue decisión de ella. La pandemia, el trabajo, nuestra casa que se quemó... fueron muchas cosas. Y ahora que iba a volver, la toman detenida. ¿Qué hicimos tan grave? ¿Solo por querer trabajar?”.

Reclamó que la diplomacia chilena “tiene miedo” de enfrentarse a Estados Unidos y lanzó duras críticas: “Estamos en el momento más inoperante del país. Si no fuera por la prensa, no sabríamos nada. A la mierda, señor Trump. A la mierda todo esto”.

“Yo vine con lo justo a Santiago. Soy comerciante, me parto el lomo cada día. No soy millonario. Quiero a mi hija aquí. Se merece respeto. No puede estar engrillada una semana sin comer por un papel vencido”, expresó.

Al borde de las lágrimas, concluyó: “Yo ya no puedo más. No sé qué voy a hacer. Estoy destrozado. No es lo mismo cuando alguien se muere y lo aceptas. Esto es abuso, esto es una tortura”.

Hasta el cierre de esta nota, ni el Consulado ni la Cancillería se han referido públicamente al caso específico de Catalina Torres.