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Agencia UNO
La noche del 22 de noviembre prometía ser una más en la agenda de la mítica discoteca Blondie. El club, ubicado en Alameda 2879, venía encendido tras el regreso de Oasis a Chile y había preparado un especial para fans del britpop. Sin embargo, lo que comenzó como una fiesta llena de nostalgia terminó convirtiéndose en una de las jornadas más dolorosas en la historia del recinto, por la muerte de un guardia.
Durante la semana posterior, comenzaron a circular publicaciones que hablaban del fallecimiento de Hugo Segundo Arenas Carquín (65), el reconocido guardia nocturno conocido como Hugo Dark, figura emblemática para quienes frecuentaban el local.
En un primer momento, no hubo claridad sobre lo ocurrido; incluso el propio recinto pidió respeto por su “pena” y evitó entregar detalles.
De acuerdo con la investigación del OS-9 de Carabineros, el origen del caso se remonta a las 02:40 horas en uno de los cuatro pisos del club.
Según fuentes policiales, Andrés Siddharta Soto Moiroux (28) habría aprovechado el tumulto para sustraer dos botellas de alcohol desde la barra. Al ser descubierto, los guardias lo expulsaron del local por calle Libertad.
En ese trayecto, fue Hugo Dark quien terminó conduciendo al joven hacia el exterior junto con otro funcionario.
Las cámaras revisadas por La Tercera muestran que, en un inicio, no hubo mayores conflictos. Sin embargo, testigos indican que el sujeto comenzó a increpar a Arenas con insultos, gritándole: “Oye, nazi cul…”.
Según esos mismos registros, Hugo Arenas se devolvió para encararlo.
En ese momento, el imputado extrajo un cuchillo retráctil y apuñaló al guardia cuatro veces. Herido, Hugo logró avanzar unos metros hasta la entrada del club, donde finalmente se desplomó.
Personal de Blondie lo trasladó rápidamente a la ex Posta Central.
Un testigo que estuvo en el recinto describió el ambiente de confusión: “Afuera había una trifulca grande, estaban todos los guardias. Pero adentro nadie se enteró de nada, la fiesta siguió como siempre”.
Tras el ataque, los guardias salieron en persecución del agresor. Lo encontraron escondido entre vehículos en calle Libertad, vestido con una chaqueta de cuero con tachas.
Allí recibió una fuerte golpiza, lo que quedó consignado en su constatación de lesiones: fractura de un brazo y heridas faciales. Ellos mismos hallaron el cuchillo utilizado, hoy incautado por la policía.
Ni la familia ni la discoteca denunciaron el hecho. Fue el propio OS-9 quien alertó al Ministerio Público por la repercusión en redes sociales, iniciándose una investigación de oficio.
Días después, Blondie entregó una versión distinta, asegurando que Hugo habría intervenido en defensa de personas en situación de calle y terminado herido en una riña. Esa narrativa fue descartada rápidamente por la policía.
El OS-9 logró identificar a Soto Moiroux a través de cámaras y testimonios, deteniéndolo en su domicilio sin resistencia.
El joven reconoció haber portado un cuchillo y haber robado las botellas, aunque aseguró actuar en defensa propia.
Hugo Dark, en tanto, fue estabilizado en la ex Posta Central, dado de alta el domingo y llevado a su casa. Pero falleció al día siguiente, hecho que abrió otra arista en la indagatoria: la Fiscalía busca determinar si hubo una eventual negligencia médica. La autopsia del Servicio Médico Legal será clave.
El imputado registra ocho detenciones previas por hurtos y lesiones, aunque sin condenas. En el sector lo conocían como “el Siddharta”.
En paralelo, otras fuentes del caso señalan que algunos guardias declararon simpatías neonazis, un dato que desmintió la versión inicial que hablaba de un crimen entre “punks y nazis”.
El Séptimo Juzgado de Garantía decretó su prisión preventiva, imputado por homicidio.