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La adolescente Naiara, acusada de matar a su novio Santiago en Argentina, fue encontrada escondida en la casa de su padre en La Matanza tras su fuga de menor de una semana. Los investigadores la ubicaron gracias a un teléfono hallado en la cárcel donde está detenido su progenitor. El crimen ocurrió en Lanús y Naiara llamó al 911 diciendo que su novio tuvo un "accidente" con la reja, pero los médicos descubrieron que en realidad había sido apuñalado. La Justicia ahora trabaja en reconstruir los hechos y definir el encuadre penal de la adolescente.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesLa fuga de Naiara, adolescente de 16 años acusada del crimen de su novio Santiago López Monte, en Argentina, terminó en menos de una semana.
La joven apareció en la localidad La Matanza, oculta en la casa de su padre —detenido por otra causa— y acompañada de su madre, informó el diario electrónico Perfil.
Los investigadores lograron ubicarla después de seguir el rastro de un teléfono encontrado en la cárcel donde se aloja su progenitor, en el pabellón 8 de la Unidad 40 del Servicio Penitenciario Bonaerense.
El homicidio ocurrió en la casa ubicada en Namuncurá y Lituania, en Lanús, Argentina.
Todo inició cuando Naiara llamó al 911 y afirmó que su pareja sufrió un “accidente” con la reja de entrada. Los médicos confirmaron que Santiago ya había muerto cuando llegaron, y notaron que la versión no cuadraba con las heridas.
El joven tenía dos orificios en el costado izquierdo, uno bajo la tetilla y otro unos centímetros más abajo.
La médica del SAME determinó que las lesiones no correspondían a un golpe con la reja, sino a puñaladas en el pecho, lo que fortaleció la hipótesis de un ataque intencional.
Mientras la profesional revisaba el cuerpo, testigos dijeron que Naiara repetía desesperadamente: “¿Está vivo? Dime a qué hospital lo llevas”. Minutos después, la adolescente aprovechó un descuido y escapó, iniciando su fuga.
La familia de la víctima también entregó un dato clave: según relataron, la madre de Santiago habló con Naiara, quien le confesó “Me peleé con Santiago y lo apuñalé”, y le envió por WhatsApp la dirección del lugar para que fueran a asistirlo. Ese mensaje, sumado a las heridas descritas por los médicos, colocó a la joven como principal sospechosa.
La captura de la adolescente abrió la segunda etapa del caso, enfocada en reconstruir lo ocurrido, y en determinar cómo transcurrieron las horas posteriores al ataque.
Los peritos trabajan con rastros hemáticos, elementos que podrían vincularse al arma blanca —aún no encontrada— y materiales que todavía no ingresan formalmente al expediente.
También intentan definir el recorrido exacto de la fuga, incluyendo los domicilios que visitó, los vehículos involucrados y las comunicaciones con su entorno.
La Fiscalía de Menores deberá resolver la imputación concreta, el encuadre penal y los próximos pasos procesales bajo el régimen especial aplicable a su edad.
Mientras tanto, la familia de Santiago espera que la reconstrucción judicial confirme lo que consideran evidente: que no hubo accidente, que existió una fuga organizada y que la detención es solo el inicio del proceso.