Valentina Correa, hija de empresario asesinado, se sinceró tras demolición de toma de Quilpué

Esta semana se concretó la demolición de la toma Calicheros de Quilpué, en la región de Valparaíso, lugar residían cerca de 150 familias, en terrenos que pertenecían al empresario Alejandro Correa, asesinado en 2020 por un sicario.

En ese contexto, Valentina Correa, hija del empresario, conversó con el matinal Mucho Gusto este miércoles y expresó sus sensaciones respecto al desalojo.

"Son dos sentimientos los que se me cruzan: por un lado, una profunda satisfacción al verme reconocida por parte del Estado, es como que se completa un ciclo (...). Es un alivio sentir que se puede creer en las instituciones", afirmó.

No obstante, reconoció que la fecha no representa un motivo de alegría. "Pero, por otro lado, también siento tristeza. No puedo decir que es un día feliz o para celebrar. Es un día triste porque nos recuerda lo absurdo que fue este crimen, de matar a una persona por un terreno", comentó.

La joven también lamentó la situación de muchas familias que quedaron sin hogar tras la demolición. "Hubo gente que fue estafada, aparecen estas mafias de inmobiliarias ilegales, entonces también hay tristeza", sostuvo.

Respecto al largo proceso que enfrentaron, Correa recordó que "esto ha sido una lucha de cinco años. En el Gobierno anterior se firmó la orden de demolición".

Sin embargo, cuestionó la demora durante la actual administración. "En su momento me entrevisté con gente en La Moneda y me dijeron que este Gobierno no va a pagar el costo político de desalojar a las familias", señaló.

"Eso me produjo una profunda decepción y frustración porque (...) interrumpen tu proceso de duelo y de ser víctima. Tuve que hacer mi proceso de duelo y en paralelo buscar justicia. Eso es injusto porque no todas las personas lo pueden hacer, pero yo tenía la convicción de que si yo no lograba justicia, tampoco iba a poder tener la esperanza de que este era un país en el que valía la pena vivir”, añadió.