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Viuda Negra alzó la voz desde la cárcel en Argentina y acusó malos tratos: "Nos tratan como perros"

Escrito por:   Karen Retamal

Imagen de Antonella Marín cuando fue detenida en Argentina y de fondo durante su reclusión.

Captura | Instagram | Editada por P7

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La "Viuda Negra", chilena detenida en Argentina por drogar y robar a hombres, rompió el silencio desde la cárcel, manifestando su sufrimiento y condiciones precarias. En un extenso mensaje en Instagram, denunció malos tratos, hambre y falta de atención médica. Expresó sentirse desamparada por su abogada y por el sistema penitenciario. La mujer alertó sobre el peligro y la exposición que enfrentan las mujeres que cometen este tipo de delito.

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Desde el encierro, Antonella Martín, más conocida como la “Viuda Negra”, chilena detenida en Argentina, rompió el silencio y manifestó: “No aguanto más”.

La mujer de 35 años fue acusada de drogar y luego robar a hombres que conocía a través de aplicaciones de citas, en Mar del Plata.

Fue por redes sociales, y debido a una curiosa medida de la justicia argentina, que pudo utilizar su teléfono celular, escribiendo un extenso desahogo en Instagram. Sin embargo, ya no está disponible, consignó CHV Noticias.

"Hoy no aguanto más. Mi cuerpo ya no tiene fuerza; siento una sensación que no sentí jamás. Lloro, y por primera vez no puedo parar; y acá en la cárcel el llanto no está permitido. Son muchos mis dolores: me tratan como a un perro herido", fue parte de su desahogo.

La 'Viuda Negra' y sus descargos

En el texto recalcó que su condición es paupérrima. "No sé qué hacer ni cómo comportarme, no entiendo los códigos de la cana. Hemos pasado una semana de mucha hambre; la pobreza se hizo demasiado presente en la celda", manifestó.

La también actriz habló sobre su situación alimenticia. "Nos dan dos comidas al día; a mí me dan lechuga sola y otras cosas que no se pueden ni comer. ‘Árreglate como puedas’: las que tienen familia les acercan cosas; yo no tengo a nadie. La fiera herida se cansa, se debilita, a veces demasiado”, relató.

Malos tratos y enfermedades en el encierro

La mujer de 35 años, que permanece recluida en la cárcel de Batán, agregó: "Es doloroso ser sensible en un lugar insensible. Tengo el cuerpo lleno de tortura; lloro en el patio todo lo que puedo. Mi abogada no me defiende en nada, ya ni me contesta; pierdo la esperanza en el sistema público. Se me rompe el alma, el cuerpo, el corazón".

Asimismo, añadió que "estuve todo el fin de semana enferma. Todos mis males empeoraron y nadie me ayudó, ni siquiera quienes tienen el deber de hacerlo. Mandé tres oficios para que el médico del penal me viera".

Continuó su testimonio diciendo que "acá le dicen ‘el veterinario’, porque nos tratan como a perros. En este lugar nunca creen que estamos enfermas; y si lo hacen, nos hacen sentir que lo merecemos”.

La mujer finalizó sus descargos, con una particular reflexión. Argumentó que “todo el mundo sabe que mi caso tiene que ver con ser viuda negra, pero me parece importante recalcar que es un tipo de delito que nos expone muchísimo a nosotras al peligro”.