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Hospitalizada continúa la madre de los dos hermanos, de 13 y 15 años, que murieron electrocutados en Lican Ray al intentar instalar un mástil para la bandera chilena por Fiestas Patrias en el sector Challupén. Los adolescentes, identificados como Benjamín y Matías Sobarzo, no pudieron ser salvados, mientras que la madre se encuentra en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Regional de Temuco por quemaduras. El subjefe de la Brigada de Homicidios de la PDI de Temuco informó sobre su estado de observación. El padre de los menores, Marcelo Sobarzo, expresó su dolor y desconcierto por la tragedia.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesHospitalizada continúa la madre de los dos hermanos, de 13 y 15 años, que murieron electrocutados en Lican Ray.
Recordemos que el accidente, cuando intentaban instalar un mástil para la bandera chilena por Fiestas Patrias, ocurrió en el sector Challupén, en la ruta que conecta dicha localidad con Villarrica.
La mujer y los adolescentes fueron trasladados de inmediato hasta un centro asistencial, pero los médicos no lograron salvar a los menores de edad.
Las víctimas fueron identificadas como Benjamín y Matías Sobarzo, estudiantes del Colegio Humanidades de Villarrica, de I° medio A y 8° básico A, respectivamente.
Actualmente, la madre se encuentra internada en el Hospital de Regional de Temuco, tras sufrir quemaduras.
¿Cuál es su estado de salud actual? El subjefe de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) de Temuco, Sergio Alarcón, lo explicó.
"La madre de los menores sufrió diversas quemaduras producto del hecho, y actualmente se encuentra en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital Regional de Temuco, en estado de observación", comentó, según consignó Meganoticias.
Marcelo Sobarzo, padre de los menores de edad fallecidos, contó que pudo hablar con la mujer en el hospital.
"Me dice que estaban colocando la bandera, porque tenía un hijo en el extranjero. Entonces, le quería mostrar que habían puesto la bandera en la casa", afirmó.
Cabe señalar que el hombre se enteró de todo, cuando justamente lo llamaron de dicho recinto asistencial.
"Me avisaron que tenía que acercarme, que mis hijos habían tenido un accidente. Yo no pensé que era tan grave", dijo Sobarzo.
"No sé por qué pasan estas cosas. Bueno, Dios es el que tiene la última palabra en esto. Estoy devastado, estoy choqueado, no hallo qué hacer", cerró.